‘Amadeus en bicicleta’. Autor: Rolando Villazón. Editorial: Galaxia Gutenberg, Barcelona 2021.

Nos ubicamos en la bella Salzburgo, ciudad natal del prestigioso compositor Wolfgang Amadeus Mozart, para acompañar a Vian Mauer en su ilusionante búsqueda de un espacio en la escena lírica: lo acompañaremos en su peculiar y personal carrera hacia la libertad. El origen de su interés por la música surge de la tradición familiar impuesta por el padre de acudir a los festivales musicales de verano celebrados en Austria.

Rolando Villazón (Ciudad de Méjico, 1972) es un tenor de reconocido prestigio que reside en Francia. Director del festival dedicado a Mozart desde 2019, su amor a la literatura lo ha impulsado a escribir Malabares y Amadeus en bicicleta, recientemente publicada por Galaxia Gutenberg.

El joven Vian aspira a introducirse en el exclusivo mundo de la ópera y llegar a alcanzar la prestigiada voz de barítono. Pronto descubrimos que lo mueve el íntimo deseo de poder demostrar a su padre que él, aun siendo el hijo menor «por accidente», es capaz de albergar una gran habilidad artística y musical. La figura del padre adquiere una sólida y amenazadora presencia incluso en la distancia, que lo acompaña en forma de incapacitante duda sobre sus posibilidades. Sus constantes llamadas y mensajes coartan el espíritu romántico y soñador del joven que ansía experimentar sus propios sueños, salir al mundo y mostrarse tal y como es, lejos de la mirada inquisidora y desconfiada del padre. Llevados por el impulso idealista del protagonista, el lector disfrutará de las divertidas y variadas anécdotas que se suceden en esta aventura lírica con ciertos tintes exquisitamente extravagantes. Poco a poco Vian irá saboreando la esencia de la libertad a través de una aguda sensibilidad que lo lleva, a su vez, a una peculiar percepción de la vida. De esta forma, ante sus ojos adquieren protagonismo y presencia los insectos, abejas, arañas, un caracol… Es este un reconocimiento de lo minúsculo, de lo pequeño o secundario como válido en sí mismo. El protagonista se embarca en un viaje hacia la aceptación del «yo» más allá de las expectativas, propias y ajenas, que cercenan la verdadera esencia de la felicidad. Nos confiará sus miedos y pequeñas aprensiones y la riqueza de los diferentes y variados elementos conformarán una amena y colorida aventura en la búsqueda de los sueños.

La figura de Mozart, al cual admira, adquiere una constante presencia como forma de atraerlo a la memoria y de honrarlo con genuina y apasionada admiración. El mismo protagonista se perfila, aunque sin éxito en el panorama musical, un «Mozart» en bicicleta, un Quijote con su rocinante en el quimérico viaje hacia la propia libertad. 

En Amadeus en bicicleta, la heroicidad se dilata en el empeño del protagonista por seguir su sueño, por seguir el impulso natural de la vida. Podemos decir que la novela es un canto hacia la libertad como el más preciado de los sueños.