Entrevista | Miguel Ángel Orta Portavoz del equipo ganador del 3º Hackathon Biotecnológico

«Hemos sido capaces de sacar ideas de la nada»

Un equipo conformado por estudiantes del Máster de Ingeniería Industrial han sido los ganadores absolutos del tercer Hackathon Biotecnológico

El equipo ganador del 3º Hackathon Biotecnológico.

El equipo ganador del 3º Hackathon Biotecnológico. / CÓRDOBA

Córdoba

Un equipo conformado por los estudiantes del Máster de Ingeniería Industrial Antonio Otero Lara, Alberto Logroño García, Silvia Belmonte Muriel, Antonio Alonso Canales y Miguel Ángel Orta García han sido los ganadores absolutos del tercer Hackathon Biotecnológico, que ha promovido la Escuela Politécnica Superior de Córdoba (EPSC) de la Universidad de Córdoba en colaboración con el Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (Imibic) y el respaldo del hospital universitario Reina Sofía y el Instituto Municipal de Desarrollo Económico y Empleo de Córdoba (Imdeec).

-¿Qué animó a sus compañeros y a usted mismo a participar en el evento?

-Los profesores nos comentaron la existencia de este concurso y algunas experiencias de otros años, lo cual nos llamó inmediatamente la atención. Así, que decidimos reunir a un grupo de clase que integrara a las distintas especialidades que incluye la ingeniería industrial. Al principio estábamos dudosos sobre si íbamos a ser capaces de sacar un proyecto así para adelante, pero nos convenció de que lo intentásemos para darnos cuenta de lo que éramos capaces de hacer y disfrutar de una gran experiencia, y así fue.

-¿Por qué eligieron el desafío Hematología, que planteaba reducir significativamente el tiempo de separación del plasma sanguíneo, optimizando así procesos clave en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades hematológicas y facilitando la labor de los especialistas?

-Efectivamente, nuestro reto estaba relacionado con la reducción del tiempo de separación del plasma sanguíneo que, actualmente, se lleva a cabo por centrifugación. Realmente, no lo elegimos como tal, es la organización del evento la que asigna los retos. Al principio, parecía un reto que nos parecía complicado ya que creíamos que no podía darle mucho juego, pero al contrario, finalmente conseguimos dar un aporte de todas nuestras especialidades en el dispositivo, que creo que es algo que habla mucho de nuestra imaginación y adaptabilidad como ingenieros.

-¿Qué es lo que le ha parecido más interesante de este certamen universitario?

-La experiencia en general ha sido increíble, pero lo que más me ha llamado la atención es cómo a partir de un reto del que a priori no sabíamos cómo lo íbamos a afrontar, hemos sido capaces de ir sacando ideas de la nada que han materializado en un dispositivo real. Por supuesto, la satisfacción de que las ideas que planteamos funcionaban, también es inigualable.

-¿Le hace ilusión que su propuesta de dispositivo pueda llegar a convertirse en una realidad?

-Por supuesto, la idea de ver en el futuro en cualquier catálogo una invención nuestra es apasionante, pero somos realistas y sabemos que es un proceso muy complicado. De hecho, en la propia charla que nos dieron en la gala de clausura algunos expertos hablaron sobre este tema, es decir, sobre todo el proceso que hay que llevar a cabo para sacar un producto comercial a partir de estas ideas, y no es nada fácil. Además, aunque es cierto que nuestra idea mejora el tiempo de centrifugado, los modelos actuales de centrifugadoras funcionan, entonces puede que sea complicado que alguna empresa decidiese invertir en la idea. Ni que decir tiene que, si en algún momento nos propusiesen desarrollar la idea y materializarla en un modelo comercial de nuestro dispositivo, aceptaríamos sin duda.

-¿Le llama la atención el desarrollo de soluciones tecnológicas en el ámbito sanitario como un posible ámbito profesional cuando concluyas tus estudios?

-La verdad es que sí, es una parte de la ingeniería que, sinceramente, nunca me había planteado, pero es cierto que es un área en el que se puede innovar muchísimo, y sentir que tus ideas pueden ayudar a tanta gente también me llama mucho la atención. Durante la experiencia hemos visitado en repetidas ocasiones las instalaciones del Imibic y la verdad que sí que me he planteado solicitar, si se pudiese, las prácticas de empresa que tenemos que realizar en el 2º año del máster para conocerlo mejor por dentro.

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