reportaje

Aprender practicando

Nueve alumnos actúan como abogados y jueces en un caso mercantil | Cuentan con el asesoramiento del juez Antonio Fuentes Bujalance y del bufete Dueñas Ruart

Los estudiantes han recibido tutorización del juez Antonio Fuentes y del bufete Dueñas Ruart.

Los estudiantes han recibido tutorización del juez Antonio Fuentes y del bufete Dueñas Ruart. / A.J. González

Nueve alumnos de 4º curso del doble grado de Derecho y Administración y Dirección de Empresas (ADE) de la Facultad de Derecho y Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Córdoba han participado en un actividad práctica en la que han simulado un proceso judicial, desde la presentación de la demanda hasta la sentencia. 

Aunque no es la primera vez que estudiantes de la facultad hacen una práctica judicial, sí es una de las pocas ocasiones en las que han actuado en un juzgado, replicando un proceso judicial completo, tal y como es en la realidad.

Esta simulación se ha llevado a cabo en el marco de la asignatura de Derecho de Sociedades bajo la dirección de los profesores de Derecho Mercantil Luis Miranda -también decano de la Facultad- y José Manuel Serrano, quien explica que seis alumnos han actuado como abogados -tres por la parte de la acusación y otros tantos por la defensa- y otros tres como jueces.

Serrano señala que los estudiantes han estado acompañados y han recibido el asesoramiento del bufete Dueñas Ruart Abogados y del magistrado-juez de lo Mercantil de Córdoba, Antonio Fuentes Bujalance. De esta forma, los miembros del bufete «han ayudado en la elaboración del caso y han tutelado a los grupos que ejercen como abogados», indica el profesor Serrano quien añade que, por su parte, el juez Fuentes Bujalance ha guiado a los estudiantes que han ejercido como jueces en todo lo que se refiere a la norma procesal y en la redacción de la sentencia pero también «nos ha abierto el juzgado y nos ha facilitado que se grabe, que se celebre el juicio lo más realista posible», destaca.

El caso

Los estudiantes que han participado en esta actividad han preparado el caso desde el inicio. En esta ocasión, el caso era una demanda mercantil en el que se planteó un conflicto entre la administración de una sociedad mercantil y el anterior administrador. Ellos «tienen información sobre algunos actos de gestión que han sido un poco irregulares, pero también hay información que se les deniega por la parte demandada, y quieren impugnar una junta general», expone el responsable de la actividad.

El alumnado ha preparado todo el caso, desde la demanda, la contestación a la demanda, la vista preliminar y el juicio hasta la sentencia

Los alumnos han participado de forma voluntaria.

Los alumnos han participado de forma voluntaria. / A.J. González

«El procedimiento escrito lo han llevado a cabo durante el mes de abril y ahora hemos hecho la vista previa y el juicio. Hicieron la simulación y la lectura de la sentencia», comenta José Manuel Serrano quien apunta que «primero preparamos el caso con los materiales, dividimos los grupos y asignamos la tutela de cada uno al bufete y los profesores para corregirles los escritos, mejorarlos, darles indicación, para ensayar un poco el discurso, etc.».

Oportunidad

Para Serrano, este tipo de actividades prácticas son «importantes» porque ofrecen al alumnado la posibilidad de «conocer la profesión de abogado y la de juez pero también de tener un contacto con la realidad porque, en concreto, este caso ha versado sobre una materia que no se había dado en clase. Es una forma de acercarse a la materia de otra forma más práctica y da la posibilidad de redactar escritos jurídicos, de pensar en derecho, de tener una lógica con razonamientos jurídicos a la hora de plantear los escritos y las cuestiones de defensa y ver la realidad, que no sea todo los libros y planteamientos abstractos», recalca el profesor Serrano.

Además, «generalmente tenemos en la cabeza los juicios penales de las películas pero en el ámbito civil también hay juicios», recuerda el responsable de esta actividad que afirma que «esta asignatura, para los alumnos del doble grado es muy interesante porque conecta el mundo del derecho con el empresarial».

«Poder hacer una simulación como esta es una suerte, porque conlleva mucho trabajo y colaboración, también por parte de los alumnos, para los que esto es un esfuerzo extra a vísperas de los exámenes, cuando además no es una actividad evaluable para la nota», valora Serrano.

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