OCTAVO congreso ‘córdoba ciudad de encuentro y diálogo’

La UCO reflexiona sobre el papel de la investigación para la paz

Buscan ofrecer soluciones para la resolución pacífica de los conflictos | La formación es «fundamental» para extender la cultura contra la guerra

Cristina Coca y Manuel Torres muestran el cartel del congreso ‘Córdoba Ciudad de Encuentro y Diálogo’.

Cristina Coca y Manuel Torres muestran el cartel del congreso ‘Córdoba Ciudad de Encuentro y Diálogo’. / CÓRDOBA

Del 24 al 26 de abril, la Universidad de Córdoba acoge el octavo congreso Córdoba Ciudad de Encuentro y Diálogo Bienestar y Paz, a través de la Educación y la Investigación, que organiza la Cátedra de Resolución de Conflictos de la UCO, en colaboración con el Vicerrectorado de Estudiantes y Cultura y Uni Twin de la Unesco, y que reunirá a expertos de España, Ecuador, Brasil, Colombia y México para reflexionar sobre la investigación y la enseñanza en resolución pacífica de conflictos.

El director de la Cátedra, Manuel Torres, señala que «la formación y la investigación en conflictos es un ciencia que tiene como objetivo primero reconocer la naturaleza conflictiva del ser humano, en cuanto que somos libres y tenemos diferentes necesidades, intereses u objetivos que pueden colisionar con los de otros en nuestra vida social. Estudiar esta realidad, sus distintas dimensiones y perspectivas, conocer mejor las opciones, los intereses, las necesidades cambiantes de los seres humanos y de las sociedades, nos permite poder ofrecer soluciones que contribuyan a un manejo pacífico de los conflictos y a una regulación en la que, en la medida de lo posible, evitemos una opción negativa en el conflicto, es decir, violenta». «Los conflictos existirán siempre mientras haya Humanidad y mientras sigamos viviendo en sociedad, es nuestra capacidad de conocerlos mejor y gestionarlos mejor la que nos hará mejores también como individuos y como sociedad», remarca Torres.

Este experto admite que «de esta realidad conflictiva, al existir capacidades y poderes asimétricos, tratan de aprovecharse algunos para poder dar satisfacción a sus intereses, necesidades y objetivos pasando por encima de los de los demás» y «de ello se derivan enormes pérdidas de todo tipo».

Por ello, «en la medida que la ciencia, la investigación y la formación en estas materias nos permita difundir mejor la rentabilidad de una buena gestión de los conflictos, estaremos cada vez en mejores condiciones de limitar los abusos de los que utilizan el conflicto en beneficio exclusivo de sus intereses».

Colaboración

El congreso permitirá una visión internacional sobre la formación y la investigación en conflictos para alcanzar el bienestar de las personas. «Aunque hay unos elementos y unos fundamentos que son comunes a todos los seres humanos, es evidente que las distintas realidades socioculturales nos hacen enfocar el conflicto de modo diferente», admite Torres

En este sentido, el responsable de la Cátedra Unesco de Resolución de Conflictos expone que «nuestro concepto de paz y bienestar también es algo que cambia de unas percepciones culturales a otras, aunque hay unos valores que son comunes y que, de momento, encuentran su mejor reflejo en la Declaración de los Derechos Humanos, como conjunto normativo global que debería servirnos de patrón para medir un mínimo común de bienestar y paz».

Manuel Torres considera que aunque lo que expresa la declaración «se aleja mucho de la realidad de cada lugar del mundo y, claro, el respeto a su contenido varía muchísimo en función de las circunstancias que a cada quién le ha tocado vivir en su hábitat geográfico, en todo caso, debería servir de referente y de guía para trabajar en favor de su respeto en cualquier lugar del planeta».

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