REPORTAJE

Los retos del territorio

El grupo Estudios de Geografía lleva casi 40 años analizando la vinculación entre espacio físico y sociedad | El grueso de su investigación se centra en la geografía andaluza

Cuatro décadas 8 Los miembros actuales del grupo de investigación HUM247, que se creó hace casi 40 años.

Cuatro décadas 8 Los miembros actuales del grupo de investigación HUM247, que se creó hace casi 40 años. / Óscar Barrionuevo

En 1984 un grupo de investigadores encabezados por el profesor Antonio López Ontiveros creaba el grupo de investigación Estudios de Geografía (HUM247) que en la actualidad dirige la profesora Gema Florido y del que forman parte los catedráticos José Naranjo y Bartolomé Valle, los profesores Rafael Garzón, María Luisa Ramírez y Rafael F. Vega, el doctor Rafael Osuna y el titulado superior Daniel Luque.

El grupo, vinculado a la Facultad de Filosofía y Letras pero también a las de Ciencias del Trabajo, Ciencias de la Educación y Ciencias, ha abordado a lo largo de su larga trayectoria cuestiones relativas a la geografía de la población, agraria y urbana. Actualmente, las principales líneas investigadoras se centran en campos diversos, entre los que destacan el estudio de los paisajes y estructuras agrarias (de gran tradición en el grupo); el análisis del patrimonio territorial y las estrategias para su conservación y ordenación; la gestión del medio natural y los espacios protegidos; la planificación territorial y urbanística, así como el estudio de la ciudad histórica y actual; el análisis del turismo y sus espacios y recursos y la historia del pensamiento geográfico.

Amplitud

Naranjo explica que «la geografía es la ciencia que estudia las relaciones entre la sociedad y el espacio físico, en tanto que sustentador de los procesos humanos. Pero, a diferencia de otras disciplinas, parte de una visión integral de dicha vinculación, lo que se manifiesta tanto en labor docente como investigadora, en donde se requiere ofrecer análisis globales e integradores como clave para la explicación de la realidad». 

Precisamente, «el hecho de que esta disciplina tenga como centro de análisis las relaciones entre el espacio y la sociedad implica el estudio de una realidad profundamente dinámica y cambiante. Ello se refleja en los procesos de ocupación, explotación y transformación, pero también de poder, pertenencia e identidad, que se ven reflejados en espacios geográficos concretos, es decir, en territorios», añade el catedrático de Geografía Humana quien remarca que «esto explica, a su vez, que desde la geografía se estudien y discutan los modelos de organización territorial más adecuados para satisfacer las necesidades de la población, en términos de su bienestar y calidad de vida. Desde esta perspectiva, la geografía es una disciplina no solo analítica, sino también propositiva que, desde el conocimiento científico, trata de ofrecer respuestas y soluciones ante las nuevas amenazas y retos que continuamente se hacen patentes en el territorio».  

Servicio

Así, este grupo de investigación posee una nítida vocación de servicio. A este respecto, los investigadores que lo conforman tienen claro, en gran parte como herencia de los que nos han precedido, que «nuestros estudios, además de contribuir al propio avance del conocimiento, han de tratar realidades de especial interés para la sociedad, de manera que se puedan ofrecer propuestas efectivas para la mejora de esta y del espacio que la sustenta», apunta José Naranjo. 

Desde esta perspectiva, «hemos de destacar que el grueso de la investigación que desarrollamos es mayoritariamente de carácter práctico, analizando situaciones o procesos que, además, en la mayor parte de los casos se centran en el espacio geográfico andaluz y, más particularmente, cordobés, como ámbitos preferentes de nuestros trabajos», explica. Como ejemplos muy recientes de ello se puede señalar la publicación de dos trabajos sobre el espacio urbano y periurbano del municipio de Córdoba que abordan, respectivamente, sendas propuestas de definición de supermanzanas y de infraestructuras verdes; un trabajo sobre el viñedo de Montilla-Moriles que está alcanzando una importante difusión; y «un estudio, aún en proceso de elaboración, sobre las casas-patio cordobesas que esperamos que vea la luz en breve», concreta. 

«Evidentemente, el carácter propositivo de los trabajos debería venir acompañado, a nuestro juicio, por un conocimiento y asunción de sus resultados por parte de los agentes competentes en cada caso, principalmente -aunque no solo- de carácter público y político, para inducir, al menos, un necesario proceso de reflexión, discusión y acción que, sin embargo, en la mayor parte de los casos no se lleva a cabo. El redescubrimiento o reformulación de la imprescindible vinculación entre el mundo académico-universitario y la sociedad (en sus instancias político-administrativas pero también civiles) resulta en este sentido imprescindible», apostilla.

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