Inspirándose en el trabajo del profesor John Hart, del Instituto Tecnológico de Massachusetts (Estados Unidos), que utiliza juguetes en sus clases para explicar distintos procesos de fabricación, el Área de Ingeniería de Procesos de Fabricación de la Escuela Politécnica Superior de Córdoba (EPSC) puso en marcha el proyecto de innovación docente Legofab. Fabricando juguetes en el aula.

En concreto, «el alumnado trabaja en torno al proceso de fabricación de juguetes hechos con bloques de construcción de Lego donde hemos ido viendo las distintas etapas que es necesario cumplir para poder fabricarlo», explicar el profesor Pablo Romero.

«Lo que hacemos es repartir a cada uno de los alumnos un juguete que tienen que descomponer en cada una de las piezas que lo conforman, y partir de ahí, tomar las medidas necesarias de cada una de las piezas para, a continuación, hacer el diseño de la pieza mediante un software como es el SolidWorks», desgrana la también profesora del Área de Ingeniería de Procesos de Fabricación Esther Molero. 

Fabricación

Los estudiantes no se limitan a diseñar la pieza en las prácticas sino que también la fabrican. Para ello, han de crear un molde de la pieza en cuestión, es decir, el negativo de la pieza que se quiere fabricar. Finalmente, mediante la impresión 3D, se fabrica el prototipo, una simulación en plástico.

«El proyecto es innovador porque de alguna manera intentamos traer la fábrica al aula»

De esta forma, y mediante un proceso de ingeniería inversa -partiendo de la pieza acabada se llega a su diseño inicial-, los alumnos aprenden los distintos pasos necesarios a la hora de fabricar cualquier objeto, en este caso, un juguete hecho con piezas de lego. 

Como dice Siria González, una de las alumnas que se benefician de este proyectos de innovación docente, «cuando acabe todo el proceso vamos a conocer cómo funciona un proceso industrial prácticamente real, porque al final estamos usando un juguete que se vende, que tiene todo su proceso industrial de diseñar la pieza, hacer el molde, producirla, empaquetarla y distribuirla y nosotros estamos haciendo la parte del proceso que toca nuestra carrera de ingeniería» y «cuando tengamos nuestra pieza acabada podría ser perfectamente la pieza que Lego diseña y vende», 

Innovación

«El proyecto es innovador porque de alguna manera intentamos traer la fábrica al aula», comenta Romero quien incide en que «la idea es que ellos se sientan ingenieros» -aunque están todavía en segundo del Grado de Ingeniería Electrónica- y que «vayan viendo un poco lo que el futuro profesional les va a deparar, que aprendan las competencias, las habilidades, no solamente conceptos sino cosas útiles, manejar el ordenador, manejar máquinas, manejar diferentes medidas, etc.».

Para el alumnado, además, proporciona la oportunidad de aprender de primera mano. En este sentido, la joven Siria remarca que «como se trata de un proceso real, no es solo teórico, tienes las herramientas en la mano, estás aprendiendo a usarlas y al final nuestro trabajo será eso y al hacerlo tú se te queda el proceso mecánico».