Tras el traslado definitivo de la Facultad de Veterinaria al Campus de Rabanales se iniciaron las obras de reforma del emblemático edificio de la avenida de Medina Azahara, que había sido sede de los decanos estudios de la Universidad cordobesa durante más de medio siglo para convertirse en la nueva sede del Rectorado de la Universidad de Córdoba. Fue el 4 de abril de 2003 cuando el Ayuntamiento de Córdoba, la UCO y Grupo Prasa, empresa que ejecutaría las obras de reforma, concluyeron el proceso de reordenación de los terrenos e la antigua Facultad de Veterinaria.

El proyecto de reforma estuvo a cargo del arquitecto Gerardo Olivares, quien dirigía las obras junto a Clemente Lara. El presupuesto inicial de la intervención era de 6,6 millones de euros pero el coste final superó los 12 millones de euros, entre otras cuestiones, por las modificaciones que tuvieron que llevarse a cabo y que retrasaron las obras, que finalmente se iniciaron en febrero de 2005 y se concluyeron en agosto de 2007,

Anfiteatro

El motivo del retraso se debió a que en las catas arqueológicas realizadas en los terrenos previas a la adaptación del edificio universitario vieron la luz los restos de uno de los anfiteatros más importantes del Imperio Romano -de hecho, se considera el tercero más importante del mundo romano-, fechado en la primera mitad del siglo I a de C. y considerado el de mayores dimensiones de toda la Hispania romana, con una capacidad de entre 30.000 y 50.000 espectadores. El hallazgo de estos restos junto a la los cimientos del edificio obligó a modificar el proyecto inicial y retrasó la intervención y la inauguración de la nueva sede institucional.

Un acuerdo entre la UCO, la Gerencia de Urbanismo (GMU), la Delegación de Cultura y la empresa Prasa, que era en definitiva quien patrocinaba los trabajos, permitió iniciar la excavación de los restos arqueológicos, pero la crisis económica afectó a la constructora y los trabajos quedaron detenidos.

Posteriormente, la GMU realizó unas obras para la estabilización del talud del terreno y asegurar la zona, pero aunque los restos arqueológicos están totalmente documentados aún no se han puesto valor. En este sentido, el vicerrector de Coordinación, Infraestructuras y Sostenibilidad, Antonio José Cubero, admite que hay que estudiar con las distintas instituciones el futuro del yacimiento arqueológico.

Nuevo salón de actos

Las reforma del edificio posibilitó dotar a los servicios centrales de la UCO de modernas instalaciones con la más avanzada tecnología, pero además, dotó al Rectorado de un nuevo salón de actos. Este nuevo espacio se construyó en la parte trasera del edificio, estando conectado al mismo por una pasarela cubierta. El nuevo salón de actos, con capacidad para más de 150 personas, está dotado con las últimas tecnologías audiovisuales y cuenta también con cabinas para traducción simultánea.

El salón de actos no fue la única novedad que supuso la conversión de la sede de la Facultad de Veterinaria en Rectorado. El 26 de febrero de 1998, el entonces rector, Amador Jover; el alcalde de Córdoba, Rafael Merino, y el decano de la Facultad de Veterinaria, Alfonso Blanco, suscribían un acuerdo para la cesión de suelo de los terrenos de la facultad para la construcción de un parque. Un año después daban comienzo las obras del que fue bautizado como parque Juan Carlos I, que se inauguraría oficialmente el 11 de febrero de 2000.

Inauguración

Por fin, el 3 de septiembre de 2007 se inició el traslado a las nuevas instalaciones, que inauguraron oficialmente los Príncipes de Asturias el 28 de noviembre de 2007 con una visita por las tres plantas de la monumental construcción -planta baja, primera y segunda- y una reunión con jóvenes investigadores de la UCO.

El espléndido edificio neomudéjar, que es además zona cardioasegurada, se convertía en la sede de los órganos de gobierno y de los servicios centrales de la UCO, pero además se convertía en sede de no pocos eventos. De hecho, solo un par de meses después de su inauguración acogía un Congreso Internacional sobre Antonio Gala.

Ni un año después de su apertura el Rectorado se convertía en sede de la 5ª cumbre hispano-polaca, a la que asistieron el entonces presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el primer ministro polaco, Donald Tusk.

Y no solo acoge eventos universitarios. El Rectorado es un espacio abierto a la ciudad, y como tal, ofrece sus instalaciones a otras instituciones.