Las universidades españolas son espacios seguros frente a la propagación del covid-19 y la docencia, bimodal en la mayoría de los casos, se está desarrollando con la normalidad que permiten las actuales circunstancias. Así lo afirmaban recientemente el presidente de la CRUE Universidades Españolas y rector de la Universidad de Córdoba, y el ministro de Universidades, Manuel Castells, en la presentación del informe del estado de las universidades en esta segunda ola de la pandemia del covid-19.

Según informaron Gómez Villamandos y Castells, con datos de 46 universidades, los casos detectados suponían a mediados de noviembre un 0,2% respecto a la población total de las universidades analizadas. En el caso de la UCO, desde el inicio de curso -28 de septiembre- y hasta el 18 de diciembre se han registrado 262 contagios, de los que la mayoría -222- corresponden a estudiantes, 21 a profesorado y 19 a personal de administración y servicios, indica el vicerrector de Coordinación, Infraestructuras y Sostenibilidad, Antonio Cubero.

Para evitar que los espacios universitarios se conviertan en focos de contagio y minimizar las posibilidades de contagio tanto del alumnado como del PDI y el PAS, la Universidad ha tenido que realizar un importante esfuerzo inversor en medidas de prevención, por un lado, y en la implantación de la docencia online, por otro. Una inversión que se sitúa por encima de los 4,5 millones de euros, apunta Cubero.

Trabajo intenso

En este sentido, el vicerrector indica que «la evolución ha pasado digamos por tres fases: la primera de confinamiento domiciliario (de marzo a mayo), la segunda de reincorporación progresiva controlada pero parcial, que duró hasta 31 de julio y la tercera, de reincorporación al 100% de presencialidad de toda la plantilla, a partir del 1 de septiembre. La segunda fase fue especialmente intensa al requerir una reincorporación progresiva y controlada a través de Planes de Trabajo de cada Departamento y Servicio».

En las tres fases se ha requerido un importante esfuerzo por parte del personal del Servicio de Prevención «para ir adaptando todo a la normativa que iban emitiendo las autoridades sanitarias, que por otra parte iba cambiando sobre la marcha», resalta Antonio Cubero quien destaca el «trabajo intenso» realizado en el diseño de protocolos, señalización de instalaciones, instalación de medios de protección, distribución de mascarillas, asesoramiento, implantación de un programa de formación online previo a la incorporación para personal y estudiantes, y un largo etcétera.

Igualmente, Cubero hace hincapié en «el trabajo intenso de muchas personas que, primero en teletrabajo, con jornadas agotadoras, y después presencialmente, han permitido primero reconvertir la UCO en una Universidad virtual durante el segundo cuatrimestre del curso 2019-20, y posteriormente adaptar todos los espacios para comenzar el curso 2020-21 en modalidad presencial en modo dual».

La docencia online ha requerido dotar más de 200 aulas de sistemas de videocámaras y microfonía de alta calidad, adaptar los espacios con códigos QR de identificación de cada puesto docente o de trabajo e instalar un punto sanitario en cada aula y laboratorio, entre otras muchas acciones.

Asimismo, ha sido necesaria la adaptación de los sistemas informáticos para soportar la sobrecarga que ha supuesto el paso a virtual, y posteriormente la emisión de las clases desde las aulas con vídeoconferencia. De esta forma, se ha llevado a cabo un refuerzo de la red, la suscripción de plataformas de vídeoconferencia, el refuerzo de plataforma virtual Moodl o la dotación de medios informáticos complementarios, etc.

Seguridad

Para el presidente de CRUE y el ministro de Universidades, el haber sido capaces de garantizar la continuidad de la docencia en los momentos más difíciles ha sido posible gracias a la responsabilidad con la que ha actuado en general toda la comunidad universitaria y a la eficacia de sistemas de rastreo que han permitido detectar y contener los brotes en los campus.

Además de garantizar la docencia, la realización de las prácticas también ha sido una prioridad para las universidades, incluida la UCO. Con el objetivo de que el alumnado que no pudo realizar sus prácticas a causa de la irrupción de la pandemia pudiera concluirlas se amplió el plazo para la conclusión de las mismas hasta diciembre.

En este sentido, Gómez Villamandos recordaba que la gran mayoría de universidades han priorizado las prácticas sociosanitarias, de medicina, ingenierías, ciencias y educación, atendiendo en todo caso a las recomendaciones de las autoridades sanitarias.

En cualquier caso, el nivel de exigencia por parte de las universidades sigue siendo el mismo y la calidad de la docencia está garantizada, aunque lo deseable sea volver a la presencialidad total lo antes posible. El reto más inmediato, por el momento, son los inminentes exámenes del primer cuatrimestre.