Sin duda alguna, una de las funciones principales de la universidad es la transferencia de conocimiento a la sociedad. Para optimizar los recursos destinados a tal fin, la Universidad de Córdoba (UCO) Universidad de Córdoba (UCO)creó la Coordinación General de Transferencia y Empleabilidad.

-¿Cuáles son las funciones de la Coordinación General de Transferencia y Empleabilidad?

-Esta nueva estructura lo que intenta es que la OTRI (Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación), que se relacionaba con las empresas únicamente intentando transferir el conocimiento, lo que hacen nuestros investigadores, unirla con otras partes que para nosotros son muy importantes: Transferir el talento, lo que aportan nuestros estudiantes y egresados a las empresas tanto en la forma de hacer prácticas como en la forma de que fueran contratados por las empresas.

-¿Cuáles son los cambios que se han producido en la transferencia de conocimiento de la Universidad a la sociedad?

-Bueno, había que reforzar el trabajo que hacía la OTRI, hacemos encuentros técnicos donde una empresas va a contarnos exactamente que necesitaría de la universidad y entonces nosotros buscamos quién podría ofertar ese apoyo. Además estamos yendo a bastantes licitaciones públicas y aportamos el conocimiento de nuestros investigadores para ver soluciones a lo que se pide, la más manifiesta ha sido que en un tiempo récord conseguimos que varios grupos de investigación de la UCO hicieran pruebas sobre covid-19 en aguas residuales de Córdoba y Sevilla, eso denota esa transferencia científica. Después hemos dado un gran impulso a la transferencia del conocimiento en dos grandes patas: Por un lado gestionar las prácticas de estudiantes en empresas y ahí está la labor de Fundecor en programas abiertos a diferentes inquietudes, desde los que intentan dar oportunidades a personas con discapacidad como el programa de la Fundación ONCE hasta programas donde unimos prácticas con emprendimiento como es Univergem o empresas como SP Group o Covap, que ya tienen un programa propio, lo cuál es muy importante, porque grandes empresas están diciendo que quieren universitarios de la UCO, que es la mejor marca que podemos sacar. La segunda pata es el emprendimiento, que ya se ha consolidado con el programa Emprende UCO. Es muy importante porque no podemos dejar esa parte fuera de transferir esas oportunidades a nuestros egresados y al desarrollo de la provincia.

-La oferta de prácticas académicas y extracurriculares y de empleo es un atractivo importante para los estudiantes. ¿Hemos entrado en una competencia entre universidades por ver cuál es la que más prácticas oferta? ¿Se están convirtiendo las universidades en una especie de “consultores de recursos humanos” a medida para las empresas?

-En competencia no hemos entrado. Creo que las universidades no tenemos que entrar en esas polémicas, porque no todas ofertamos los mismos títulos ni estamos en las mismas condiciones. Con respecto a las prácticas, lo que sí ha pasado, y creo que es bueno, es que cada vez las universidades ofrecemos más servicios a los estudiantes en el ámbito de la orientación laboral. Nosotros tenemos un programa que es «Un orientador en tu centro» y publicamos ofertas de trabajo pero como un servicio más al estudiante no como una consultora de recursos humanos. Nosotros lo que tenemos que hacer es abrirles los ojos y que tengan muchas expectativas. Y también las empresas se dan cada vez más cuenta de la importancia de las prácticas porque es una manera de reclutar talento.

-La UCO está haciendo una apuesta por la colaboración público-privada tanto para el fomento de la empleabilidad de sus estudiantes como para la transferencia de conocimiento. ¿Cuáles son sus objetivos en este sentido?

-Nuestra política en este sentido yo la llamaría desarrollo territorial y en ese desarrollo territorial nos interesa ser una respuesta dentro de nuestras posibilidades a lo que nos demanda la sociedad. Las empresas necesitan cada vez más innovación y que estudiantes hagan ahí su TFG o TFM en sus líneas de crecimiento. Y para nosotros es muy bueno porque es la manera más eficaz de decirle al profesorado por dónde van las necesidades de las empresas. Al final conseguimos que el alumno se convierta en vehículo de transmisión en las dos direcciones entre la empresa y la Universidad.

-¿Qué datos de empleabilidad maneja la UCO? ¿Hacen un seguimiento del alumnado tras su paso por la Universidad?

-Yo, más que los fríos números, me iría más al grado de satisfacción. En empleabilidad nunca hay que conformarse. Es algo que por lo que tenemos que luchar. Hay que aspirar a subirlos. Una de las cosas que se ha puesto en marcha es hacer encuestas a todos los estudiantes dos años después de haber acabado para ver cuál es su situación y cuáles son sus expectativas porque no es solo si están trabajando sino si están satisfechos.

-Antes se hablaba mucho de la fuga de cerebros. ¿Ha cambiado el panorama? ¿Son las empresas españolas más atractivas para los jóvenes con alta capacitación?

-Desgraciadamente sigue habiendo fuga de cerebros pero no por culpa de las empresas sino por muchos condicionantes. La gente cuando acaba las carreras tiene unas expectativas de unos sueldos, de unas condiciones de vida e intentan conseguirlas. También es verdad que se ha potenciado muchísimo el Erasmus y los estudiantes ven cómo se vive en otros sitios. Yo esos que justo después de acabar la carrera se van al extranjero uno o dos años no los llamaría fuga de cerebros. Creo que eso lo hemos incentivado y también es bueno. Lo importante es apostar por el retorno, ser capaces de darle oportunidades de retorno y de esa manera se rompe un poco la endogamia que se produce en la situación actual. El mundo es muy grande.

-La Universidad es foco de talento y de empresas. ¿Qué evolución han tenido la ‘startups’?

-La apuesta por el emprendimiento es muy fuerte. De hecho, acabamos de dotar al programa Emprendeuco -que se desarrolla en colaboración con la Diputación de Córdoba- de unas bases reguladoras para que permanezca en el tiempo. Los resultados del programa son alentadores. En estos cuatro años han pasado unas 140 ideas de negocio, de las que unas 30 y tantas siguen viables. Es un gran resultado.

-Es inevitable preguntar por la pandemia y el efecto que ha tenido sobre las prácticas.

-Fue muy complicado y lo sigue siendo. Hubo que adaptar muchas cosas porque el objetivo era que no hubiera una promoción perdida y que no se resintiera mucho la formación. Se ha hecho un esfuerzo importante, todos. También se ha resentido la situación de algunas empresas que nos ha puesto muy difícil que algunos estudiantes pudieran hacer prácticas pero espero que la situación mejore y agradezco el esfuerzo.