Rafael Luque Álvarez de Sotomayor es profesor de Química Orgánica de la Universidad de Córdoba y uno de los 6.000 científicos más citados del mundo según la Highly Cited Researchers y eso a pesar de las dificultades investigar en España.

-¿Qué se siente al saber que el trabajo que uno realiza tiene tanta repercusión?

-Ha sido todo un honor (¡y una sorpresa!) tal reconocimiento, especialmente por el periodo de evaluación y seguimiento de los Highly Cited Researchers del 2018 (los 11 últimos años, desde el 2006 hasta el 2017) ya que entre 2005 y 2009 mi situación era de contratado postdoctoral recién finalizada mi tesis doctoral en septiembre del 2005. Un privilegio poder formar parte de la élite científica de España y del mundo.

-España está entre los 10 países con más representación en dicha lista. En su opinión, ¿representa esa posición la realidad de la investigación en España?

-Pues sí… pero con matices. Sí, porque realmente en ciencia siempre hemos sido (y somos) un país puntero, en el top 10 a nivel mundial, lo que refleja la repercusión de la investigación española a nivel internacional. Los matices están en cuánto hacemos con los recursos que tenemos, y hay sí que España es quizás la número 1 a nivel mundial, porque sacamos petróleo de la escasa financiación, apoyo y facilidades institucionales (a nivel regional y a nivel nacional) en comparación con otros países como Estados Unidos, Inglaterra, Alemania y Japón (entre otros). En cualquier caso, creo que es algo para hacérselo ver… ¿cuántos Highly Cited Researchers tendríamos en España con más apoyo y recursos para investigar?

-¿Siempre quiso investigar? ¿Por qué la química orgánica?

-Siempre tuve una curiosidad innata que, pienso, viene de la mano con mi interés por la investigación. Cuando era pequeño, siempre abordaba a mi familia y entorno con muchos porqués… el interés por conocer el porqué de muchos fenómenos naturales y de las cosas que ocurren en nuestra vida cotidiana, algo que me sorprende bastante que no ocurre en la sociedad y especialmente en la juventud de la actualidad. La Química Orgánica siempre se me dio muy bien, por eso me gusta tanto (risas). Ya en serio, la Química Orgánica es la química de lo vivo, es la responsable de la vida en el planeta y está presente en todo lo que nos rodea, nuestro material genético, nuestro metabolismo… y en general muchas explicaciones para actos simples y sustancias/compuestos de nuestra vida cotidiana. ¡Es apasionante!

-¿Cuáles son sus principales líneas de investigación?

-El grupo ha crecido mucho en los últimos años (somos más de 30 investigadores!) con lo que tenemos varias líneas de investigación relacionadas con el diseño de nanomateriales; catálisis; metodologías benignas con el medioambiente y fuentes de energía alternativas; procesos en flujo continuo y procesos de valorización de biomasa y residuos de diversa índole a materiales, compuestos de alto valor añadido y biocombustibles. En la actualidad tenemos dos líneas muy novedosas: Síntesis de fármacos a partir de residuos (con empresas del Reino Unido y China) y materiales fotoquímicos para descontaminación ambiental (con empresas estadounidenses y del Reino Unido).

-Como profesor, ¿cree que se incentiva lo suficiente la importancia de la investigación entre el alumnado?

-En general, creo que no se le da la suficiente importancia desde las instituciones gubernamentales ni dentro de la misma Universidad. En la mayoría de los casos, las facilidades para que los jóvenes accedan al mundo de la investigación no existen porque no existe ese apoyo y esa financiación para hacerlo posible. En nuestro caso, puedo decir que es un orgullo que la UCO apueste fuertemente por este tipo de actividades año tras año, haciendo que ésta sea una universidad puntera a nivel andaluz y español en programas de incentivación de la iniciación a la investigación de los jóvenes.H