El investigador y profesor de la Facultad de Veterinaria Antonio Valero ha sido reconocido por la Sociedad Española de Microbiología con el premio especial del Grupo de Microbiología de los Alimentos para Investigadores Jóvenes, investigadores que, reconoce, no lo tienen fácil.

-¿Qué ha supuesto para usted recibir este premio?

-Para mí ha sido todo un honor recibirlo y el haber tenido un reconocimiento de mi trayectoria supone una gran satisfacción a nivel personal y profesional. Asimismo, también merecen una parte del premio todas aquellas personas que me han apoyado a lo largo de mi carrera y de las que me siento muy agradecido.

-¿Siempre quiso investigar?

-Mis aspiraciones iniciales han estado más enfocadas hacia la docencia. Siento una gran pasión por la enseñanza y disfruto cada vez que imparto una clase con el alumnado. Sin embargo, a medida que fui avanzando con mi trabajo de Tesis Doctoral, aumentó mi inquietud por la investigación y ahora veo que es un componente fundamental en mi vida profesional. También pongo de manifiesto la necesidad de transferir el conocimiento al sector productivo para que la sociedad se pueda beneficiar de los logros científicos que se generen.

-¿Qué le impulsó a especializarse en microbiología de los alimentos?

-Las líneas de investigación estuvieron marcadas por mi integración en el Grupo Higiene Bromatológica (Hibro). He de decir que me sentí y me siento actualmente muy arropado por todos los miembros del grupo y en especial, por el profesor Gonzalo Zurera y la profesora Rosa Mª García, quienes me transmitieron sus conocimientos e inquietudes sobre la investigación que estaban desarrollando, y desde un primer momento estuve muy interesado en llevarla a cabo.

-¿Cuáles son sus líneas de investigación actualmente?

-Mis líneas de investigación se centran en el desarrollo y aplicación de modelos predictivos y evaluación de riesgos microbiológicos en alimentos. Estoy intentando generar sinergias con otras líneas relacionadas con la caracterización molecular de microorganismos en alimentos. Además, soy socio fundador de una Empresa de Base Tecnológica (Oleica) que tiene por objetivo la transferencia de conocimiento científico al sector agroindustrial.

-¿Se siente apoyado en la UCO?

-La UCO, como institución pública, ha realizado enormes esfuerzos en pro de mejorar la calidad de la enseñanza, los resultados de investigación y la transferencia del conocimiento a empresas. Ha superado momentos difíciles y coyunturas económicas adversas, pero sin perder el espíritu de apostar por personal joven y cualificado. Debo decir que la institución me ha apoyado en todo momento, y actualmente me siento orgulloso de pertenecer a ella.

-¿Cree que el trabajo de los investigadores jóvenes está bien valorado?

-Desgraciadamente, pienso que es más una carrera de obstáculos. De todos es sabido que muchos investigadores tienen que emigrar a otros países o centros de investigación en busca de oportunidades, que no siempre llegan. En cualquier caso, también creo que hay que ser optimista y si se persigue un objetivo siempre puede llegar a lograrse.

-¿Cuáles son sus aspiraciones?

-Mis aspiraciones residen en ser un poco mejor cada día, en trabajar en la misma línea que hasta ahora de forma que pueda transmitir conocimiento y conseguir formar a los futuros estudiantes egresados e investigadores para que alcancen todas las metas que se propongan. Mi trayectoria profesional la quiero enfocar principalmente dentro de la Universidad, consolidando mi carrera docente e investigadora.