Una investigación llevada a cabo por las universidades de Córdoba y Almería y el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA) ha evaluado 72 colmenas en Andalucía, Castilla-La Mancha, Extremadura y Madrid para analizar el impacto de los insecticidas neonicotinoides. El estudio apunta que no se han encontrado diferencias significativas entre colonias de abejas expuestas a girasoles tratados con neonicotinoides y aquellas no expuestas a estos tratamientos en indicadores clave para la salud de las abejas melíferas tales como la vitalidad de las colmenas (cantidad de abejas adultas por colmena), el desarrollo de la cría, las reservas de polen y miel, la presencia y situación de la reina, y el estado sanitario de las colmenas. El uso de estos insecticidas está restringido en la UE desde 2013 y el pasado abril estas restricciones fueron confirmadas y ampliada.H