Siguiendo el lema que guía su trabajo, «la participación ciudadana no solo ha de enseñarse, sino que tiene que ser aprendida», la Cátedra de Participación Ciudadana de la Universidad de Córdoba puso en marcha el proyecto Escuela de Participación Ciudadana: Experiencias Participativas en la provincia de Córdoba con el apoyo de la Diputación cordobesa.

«La trayectoria de la cátedra hasta el momento se había centrado en la formación de adultos, desde la teoría hasta la práctica, pero este año pensamos que podríamos acercar la participación ciudadana vía experiencias participativas a los más pequeños», explica el director de la Cátedra, Ramón Román quien señala que se trata de enseñarles a diseñar punto por punto un proyecto participativo, elegido por ellos mismos. «Los niños son los protagonistas durante todo el proceso de elaboración, y siguen al mando en el caso de que finalmente su proyecto pueda implementarse», remarca.

De esta forma, no solo conocen las fases de planificación de un proyecto participativo de forma teórica, sino que todos los puntos se trabajan utilizando herramientas adecuadas y culminando en un informe sobre el que se basarán si llega el momento de poner en marcha su ejecución. Por ejemplo, trabajan la preparación de presupuestos, buscan fuentes de financiación, se organizan en grupos de trabajo y se reparten tareas y funciones, planifican su propio cronograma de trabajo, planean la captación de voluntarios que puedan colaborar en su proyecto, diseñan su propio plan de comunicación, e incluso presentan sus proyectos en la Corporación local de su municipio con la intención de que se les apoye cediéndoles el espacio que necesitan para desarrollarlos o colaborando económicamente o con materiales.

OBJETIVOS / El objetivo principal de estas actuaciones se basa en la idea del viaje: lo importante no es el final ni el principio sino el viaje como experiencia en sí. Por tanto, «nos centramos en la valoración del proceso mismo, de modo que no sea más relevante la conclusión, o la ejecución final del proyecto, sino el valor de cada uno de los aspectos puestos en marcha para llegar a ella (valores, ideas, debate, confluencias, educación en valores democráticos, adquisición de competencias democráticas, implicación individual y colectiva en el entorno, etc.)», resalta Román.

Los niños han estado dirigidos por el profesorado que se ha implicado en los proyectos desde el principio hasta el final, guiando a los alumnos bajo las directrices de los técnicos de la cátedra e incluso tomando el mando en iniciativas espontáneas que enriquecían aún más los proyectos, que han alcanzado una gran calidad. Aunque inicialmente la implementación de los proyectos era solo una posibilidad y no un objetivo prioritario, la cátedra tiene constancia de que los cuatro proyectos elaborados este año serán ejecutados con la plena disposición de los niños que han trabajado en ellos y de los ayuntamientos de sus respectivos municipios.