FECHA Y LUGAR DE NACIMIENTO AINZON (ZARAGOZA), 1972.

TRAYECTORIA LICENCIADO EN FILOLOGIA INGLESA Y DIPLOMADO EN MAGISTERIO, ES AUTOR DEL LIBRO 'LA NUEVA EDUCACION'. SE HA CONVERTIDO EN UN REFERENTE DE LA DOCENCIA EN ESPAÑA A RAIZ DE SU NOMINACION A LOS 'GLOBAL TEACHER PRIZE'.

César Bona ha visitado la facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Córdoba para compartir su experiencia con más de 300 futuros maestros. Su candidatura a los Global Teacher Prize le ha otorgado tal notoriedad, que él mismo confiesa sentirse abrumado. Este maestro de vocación cautivó a los presentes con su sencillez y reconoció que lo que realmente echa de menos es su labor diaria y, sobre todo, a sus alumnos.

--Respeto, empatía e imaginación, son las claves del día a día en su aula.

--Sí. Es clave el factor humano. Ten en cuenta que no se trata solo de meter datos en las cabezas, ser maestro es muchísimo más. Es animarles a intentarlo siempre, invitarles a ser mejor versión de lo que eran antes. Respetar a los que tienen a su alrededor: los compañeros, sus familiares, los adultos, el medio y los animales con los que lo compartimos. Para mí es muy importante hablar de respeto y a partir de ahí, todo lo demás.

--En su aula, cada alumno tiene una misión que desempeñar.

--El aula y la escuela, para mí, son una microsociedad, en la cual los niños sí que deben tener un papel porque ayuda a que se sientan una parte más de esa microsociedad, de manera que vean que pueden contribuir con una cosa u otra. Pueden desarrollar sus talentos, ser personas empáticas, aprender a escuchar, a ser líder, a ser ordenado. Todos los niños y niñas tienen cosas muy buenas y hay que saber sacarlas. El mayor talento de un maestro debería ser encontrar los talentos de los niños, y darles voz para que los saquen contribuyendo con ellos a hacer una sociedad mejor.

--¿Es necesario que se trabaje la educación emocional?

--Sí, mira, se dice que están aumentando los casos de acoso escolar, la violencia de género, son temas que salen en las noticias casi a diario. La sociedad debe mirar qué es lo que le hace falta para mejorar estas cuestiones desde la escuela. Ya he dicho muchas veces que el tiempo pasa muy rápido. Y los niños que ahora son niños, de repente se hacen adultos, y tendrán una serie de ideas propias. Por eso la escuela debe intentar hacernos mejores individual y colectivamente. Es fundamental para ello que trabajemos la gestión de las emociones. Cuando uno sale de la escuela no va a vivir solo y tenemos que enseñarles a saber lo que eso conlleva.

--Es un referente para sus alumnos y también para los cientos de futuros maestros de la Universidad de Córdoba que han venido a conocerle, ¿qué les diría a estos jóvenes que mañana estarán en un aula?

--Les diría que sean conscientes de la importancia que tiene esta profesión. Que antes de mirar hacia el sistema, que obviamente tiene que ayudarnos, que miren siempre hacia dentro. Tenemos que dar la mejor versión de nosotros para sacar la mejor versión de los niños. Que inviten a los niños a mirar lo que tienen a su alrededor e intenten mejorarlo. Que un maestro ha de ser humilde y aprender de todos los que tiene a su alrededor, incluidos (y sobre todo) los niños. Y que la misión que tiene un maestro, más allá de meter datos en las cabezas, como ya he dicho, es abrir puertas. Abrir puertas a la creatividad, a la ilusión, a la imaginación y a esa curiosidad que les deje siempre con ganas de aprender.

--Hay que cambiar la mentalidad de los futuros docentes.

--Es por eso por lo que la universidad es tan importante. Aunque ahora mismo haya gestos muy bonitos sobre educación en España, nada va a cambiar si la universidad no cambia. Si los maestros se forman como nosotros nos hemos formado, sabrán meter datos en la cabeza pero les seguirá faltando estimular la creatividad en los niños o enseñarles a hablar en público. La universidad debe adaptarse para que los futuros maestros salgan mucho más preparados de lo que salimos nosotros. Además es muy importante invertir en la formación permanente de los maestros.

--Un pacto de estado por la educación, ¿sí o no?

--Mira, en el debate del otro día (retransmitido en Antena3) la educación pasó de puntillas y me dió mucha pena. Sí es verdad que coincidieron en que hay que hacer un pacto, y eso ya sorprende. Es fundamental. Yo soy optimista y creo que estamos en ese momento en el que las cosas pueden cambiar. En ese caso, no solo tiene que ser un pacto entre los políticos. Hay que escuchar a las personas implicadas: los docentes, las familias y los niños.