Nada más pasar el puente sobre el Arenosillo, surge a la derecha una pista, que prosigue aguas arriba por el margen derecho de dicho arroyo y que coincide en esencia con la colada del Arenosillo. A unos 100 metros se atraviesa la vereda de Garci-Gómez, que en este tramo alejado de la carretera CO-5101 recibe la denominación de Camino de Pizarranga o de las Cabañuelas, según el Inventario y Catálogo de Caminos Públicos de Sierra Morena. Este carril, de unos cinco kilómetros, atraviesa el paraje Cañada de las Porras y pasa cerca de El Madroñal. En sus márgenes hay numerosos lagares, como el de Madueño o el lagar de Pintado. Aunque discurre por un paisaje de olivar, como suele ocurrir con los caminos que se asientan sobre vías pecuarias, en sus bordes, a modo de corredor, se dispone un cordón de vegetación natural de chaparros y jaras, sustituidos en las zonas más umbrías por quejigos y madroños. Pasado el lagarillo del Sol se dispone una pequeña dehesa de encinas y al poco veremos ya los pinares de repoblación de los montes consorciados del sur del Parque Natural de las Sierras de Cardeña y Montoro. Como el camino discurre por todo lo alto y a lo largo de una loma situada entre los valles de dos arroyos afluentes del Arenosillo, permite recrearse con bellas panorámicas. Son de destacar las vistas del valle del Arenosillo que se disfrutan la altura del cortijo Pizarranga. El camino finaliza cerca del kilómetro 10 de la carretera CO-5101, y a partir de entonces la vía pecuaria vuelve a cubrirse de asfalto. Por frente, al otro lado de la carretera, parte el camino de Pasada Veguetas o camino de la Cebadilla, que nos permitirá alargar el recorrido hasta el río Arenoso.