TOROS

El novillero cordobés David Galán ‘Bocanegra’ triunfa en su encerrona de Montoro

Salió por la puerta grande entre el delirio de la concurrencia, que arropó su actuación con olés constantes

David Gavilán Bocanegra, saliendo a hombros de la plaza de toros de Montoro, este domingo.

David Gavilán Bocanegra, saliendo a hombros de la plaza de toros de Montoro, este domingo. / Ladis

Ganado: cuatro novillos de Enrique Ponce de floja presentación, pero de buen juego en general. El tercero fue aplaudido en el arrastre.

David Gavilán Bocanegra: estocada, dos orejas; media estocada, dos orejas; estocada, dos orejas y rabo; pinchazo y estocada, dos orejas.

Plaza: Montoro. Un cuarto de entrada.

Incidencias: Comenzó a llover al despeje de la plaza y se mantuvo así hasta el final del festejo. Bocanegra salió de la plaza a hombros.

La cantera cordobesa de toreros no cesa. Nunca han faltado en el panorama nacional de la tauromaquia una representación de nuestra tierra y una parte fundamental de ese logro es la Escuela Taurina de Córdoba (la más antigua de España). Estos chavales que surgen de ella con paso firme y superándose día a día, justifican la buena labor que se ejerce.

David Gavilán Bocanegra es uno de esos toreros que se forjaron en ella (ahora inscrito en la de Jaén). Y como su trayectoria ascendente le va cuajando y despejando el horizonte, se propuso encerrarse con cuatro novillos como demostración latente de que estamos ante una promesa del toreo. Y acertó el chico, pues disfrutó toreando a placer a un lote que se dejó y que no le puso nunca en aprietos. Lástima la poca presencia del ganado, pues creemos que David está para empresas mayores.

Las cuatro faenas, del mismo corte, entusiasmaron al respetable y llevaron calor a los tendidos en tarde desapacible. Fueron series por ambas manos de buen corte y con gusto, siempre arropado por el público con sus olés constantes. Al cuarto lo recibió a porta gayola y en la suerte de banderillas salió apuradillo. En resumen entretenida tarde de toros pasada por agua (pero bendito sea el líquido elemento). Salió a hombros por la puerta grande entre el delirio de la concurrencia.

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