Ganado: seis novillos de la ganadería de Alejandro Talavante, desiguales de presencia, nobles pero con poco fondo al final en líneas general. Los mejores primero, tercero y quinto, con algo más recorrido en la muleta.
Daniel de la Fuente: pinchazo, pinchazo hondo y tres descabello (ovación) y estocada (ovación)
González-Écija: pinchazo, sablazo atravesado y un descabello (ovación) y media tendida (oreja)
Marcos Linares: estocada (oreja con fuerte petición de la segunda) y cuatro pinchazos y dos descabellos (ovación)
Plaza: Los Califas de Córdoba. Novillada con picadores del abono de mayo. Un cuarto de plaza en tarde de agradable temperatura. Pérez Chicote saluda tras parear al sexto.
Marcos Linares ha convencido este domingo en Córdoba, justificando su inclusión el cartel como reconocimiento a su triunfo en Morón de la Frontera. La iniciativa de la empresa Lances de Futuro de premiar a los novilleros con contratos es extraordinaria, sobre todo porque palía la carencia de este tipo de festejos con caballos y contribuye a la competencia entre los jóvenes valores. Tras su actuación de este domingo, Marcos ya se ha ganado su entrada en los carteles de Santander. Un jurado compuesto por periodistas taurinos lo ha decidido por unanimidad.
Así seguirá sumando este torero jiennense, que tiene hambre, concepto y ganas. Con el primero de su lote ha conseguido una faena reunida y con momentos de gran brillantez. Ha aprovechado al noble y manejable de Talavante por ambas manos. Su trasteo con este toro lo ha empezado por bajo y ha ligado una buena tanda con la mano derecha, queriendo siempre rematar atrás. De arriba abajo. Tras la segunda serie a diestras, ha cuajado un excepcional muletazo de pecho. Y luego por la izquierda ha cosido un ramillete de naturales enfibrados y con temple. Lo ha matado de una gran estocada y le han concedido una oreja de peso. El presidente, Jesús Coca, no ha accedido, con buen criterio, a otorgar la segunda.
Con el segundo de su lote, el último de la tarde. Lo ha intentado pero el animal tenía peor condición. Más basto, más bruto en la embestida, descompuesto en el viaje, ha obligado al torero a tragar mucho y gracias a ello ha conseguido extraerle algunos muletazos de calidad por ambos pitones. Mal con los aceros, se ha despedido de Córdoba dejando muy buena sensación.
A su labor con sus dos toros hay que sumar que ha participado en quites en los tercios de varas de las lidias de sus compañeros. Su repertorio chicuelinas, verónicas, delantales y dos medias soberbias al quinto.
Los trasteos de Daniel de la Fuente y de González-Écija han sido desiguales y no han terminado de cobrar vuelo, excepción hecha de algunos pasajes de la faena del astigitano en su segundo novillo, al que ha cortado una oreja. En este toro, uno de los nobles de Talavante con recorrido, Écija ha estado aseado y queriendo, y ha cuajado muletazos meritorios por el pitón izquierdo. Desde el principio ha mostrado su disposición con un recibo de larga cambiada de rodillas de salida. Luego, en la faena, ha iniciado el trasteo muy torero sacándose por bajo al toro más allá del tercio, momento en el que ha cuajado una tanda ajustada con la zurda. El resto de la faena ha tenido desajustes y por el pitón derecho sólo ha podido tirar líneas, descolocado unas veces y sin ajuste otras. Como la media tendida ha sido efectiva, el público le ha pedido una oreja que el presidente ha concedido.
Con el primero de su lote, un novillo con menos fondo ha estado bien a la verónica y aseado con la muleta por ambas manos, pero la faena no ha terminado de remontar a medias por el toro, que ha ido a menos, a medias por que el torero no ha terminado de colocarse en el sitio ni solventar técnicamente las carencias del oponente. A destacar, una tandita por el izquierdo y otra por el derecho. Y ya.
Daniel de la Fuente no ha estado bien este domingo en Córdoba. Las cosas como son. El mal camino hay que andarlo pronto. Seguramente la legión de consejeros que jalean su labor le dirá lo contrario pero De La Fuente ha andado muy descolocado con el primero de la tarde, un animal terciado que embestía con nobleza y calidad, pero al que no ha terminado de aprovechar. La nobleza del que ha abierto el festejo merecía más, porque había dulzura en los viajes del animal como para haber realizado una faena de mayor calibre. Con el cuarto, de peor condición, ha realizado un trasteo desigual, sin terminar de acoplarse en ningún momento. De la Fuente no ha estado bien.
