FICHA DEL FESTEJO

Ganado: toros de Victorino Martín, muy bien presentados y de juego desigual, siendo muy exigentes en su conjunto.

Curro Díaz: estocada (dos orejas); y dos pinchazos y estocada (ovación).

Javier Castaño: pinchazo, estocada y un descabello (ovación); y pinchazo hondo y tres descabellos (palmas).

Octavio Chacón: estocada (dos orejas); y pinchazo y estocada (vuelta al ruedo).

Plaza: Las Canteras (Priego) Algo más de media entrada en tarde-noche de temperatura agradable.


No han defraudado en Priego los victorinos, ganadería que ha debutado en el Coso de Las Canteras y que ha dejado un gran sabor de boca a los aficionados que se han dado cita en el festejo que igualmente ha supuesto el debut como empresario de Juan Antonio Medina en la localidad de la Subbética. Una apuesta arriesgada, como muchos la habían calificado en un principio habida cuenta del resultado de anteriores festejos «toristas», pero que a la postre podría catalogarse como todo un éxito, visto lo acontecido sobre el albero del más que centenario coso prieguense.

Y es que, si los seis ejemplares que Victorino Martín han sido aplaudidos de salida por su bella lámina, también han evidenciado las características propias de esta divisa exigiendo mucho a la terna que, tirando de oficio, ha cumplido con creces.

Así, Curro Díaz, ha dejado los mejores muletazos de la tarde al primero de su lote, que por el pitón derecho no quería nada, pero que por el izquierdo ha sido toda una máquina de embestir. Y ahí ha sido donde el torero de Linares ha creado pasajes de gran belleza, gustándose con adornos y sintiéndose muy cómodo delante de la cara de este Mercenario, uno de los mejores del encierro. Su acierto con la espada ha puesto en sus manos dos más que merecidas orejas, trofeos que podrían haberse incrementado de haber estado más certero con los aceros en el segundo de su lote, en este caso en una faena en la que Díaz ha aguantado los parones del complicado victorino entre muletazo y muletazo.

La experiencia ante este tipo de hierros también la ha puesto de manifiesto Octavio Chacón ante sus dos ejemplares, gustándose más en el primero de su lote, al que ha recibido con unas airosas verónicas y al que con la muleta tuvo que tirar de oficio ante el evidente peligro de su oponente, que en mitad de cada pase ya ha estado volviéndose como una exhalación. En el que ha cerrado plaza, cuya muerte ha brindado al nuevo empresario prieguense, otra muestra de arrojo y tesón en una faena en la que Chacón ha vuelto a ponerlo todo, arriesgando en terrenos muy comprometidos. El pinchazo previo al espadazo con el que ha finiquitado al que cerraba plaza, le ha privado de una oreja que el público ha pedido con insistencia, quedándose el premio en una clamorosa vuelta al ruedo.

Completaba la terna Javier Castaño, que con excesivas precauciones ante sus dos ejemplares, ha dejado pasajes sueltos de cierto interés cuando ha tomado los engaños con la derecha en su primero, mientras que en su segundo, no ha encontrado en ningún momento el sitio, perdiendo en ambos casos los trofeos por el mal uso de la espada.