Coincidiendo con las concentraciones de protesta de los profesionales taurinos ante el Ministerio de Trabajo, el ganadero Victorino Martín ha enviado una carta a la titular de esta cartera, Yolanda Díaz, acusándola indirectamente de prevaricar contra la tauromaquia.

El criador madrileño, como presidente de la Fundación del Toro de Lidia, entidad que defiende los intereses del sector, asegura que la ministra de Trabajo, de Unidas Podemos, «antepone la política identitaria antitaurina de su grupo político a la justicia y a la protección de la clase trabajadora». El sector taurino ha iniciado estos días una fuerte campaña de protesta contra el Ministerio de Trabajo ante las negativas del Servicio Estatal de Empleo a conceder a estos profesionales las ayudas extraordinarias dedicadas a los artistas en espectáculos públicos afectados por la crisis de la covid-19.

A esas protestas se ha sumado la Fundación del Toro de Lidia, representada por Victorino Martín, quien indica en su carta a la ministra que «no hay ciudadanos de primera ni de segunda, que todos tenemos las mismas obligaciones y, por tanto, los mismos derechos. Y asumimos que nuestro Gobierno va a pelear por todos por igual». «Por ello, le escribimos perplejos ante la situación. No nos podíamos imaginar que una ministra cuyo grito de guerra es que no va a dejar ‘a nadie atrás’ se esté ensañando con unas personas por un prejuicio ideológico, por el simple hecho de que no le gusta su profesión», afirma el ganadero en su carta.

«Sinceramente, no sé si dormirá bien sabiendo que hay trabajadores teniendo que acudir a comedores sociales con sus familias solo porque usted ha decidido bloquear las prestaciones a las que tienen derecho. Se trata de unos pocos banderilleros y picadores, profesionales en un mundo difícil como el del toro, a los que usted ha decidido ahogar solo porque no le gusta a lo que se dedican».

«Desde el Ministerio de Cultura se nos animó desde el primer momento a solicitar esas ayudas. Pero desde el Ministerio de Trabajo se decidió que no, que la ideología primaba sobre el Derecho». «El propio ministro de Cultura nos dijo explícitamente que por supuesto que los profesionales taurinos estaban incluidos en las ayudas que él mismo había aprobado, y nos animó a recurrir todas las denegaciones, ya que estaba convencido de que la justicia nos daría la razón».