Ganado: Se han lidiado seis toros de Victoriano del Río para Julián López "El Juli", Diego Urdiales y Pablo Aguado. Toros faltos de fuerza, en general. Deslucido y sin casta el primero; nobles y tardos el segundo y tercero; manso con fondo el cuarto; y dos auténticos inválidos el quinto y sexto.

El Juli: silencio y gran ovación.

Diego Urdiales: dos orejas y silencio.

Pablo Oreja: dos orejas y silencio.

Incidencias: Iván García, obligado a saludar, tras parear al sexto.

La cuarta corrida de la Feria de San Mateo de Logroño, celebrada ayer tarde, fue claramente de más a menos por la falta de fuerzas del envío de Victoriano del Río.

El Juli, en el primero, prácticamente no pudo ni estirarse. Fue un toro muy parado, que tan solo cumplió en varas y donde lo único aplaudido fue un quite por chicuelinas a cargo de Diego Urdiales. Fue una faena muy corta, que finalizó con un pinchazo hondo y un golpe de verduguillo.

Urdiales se aseguró la puerta grande en el primero de su lote, con un toro noble y algo tardo. El inicio fue muy torero, con pases ayudados por alto, con trincheras y pronto ya todo se hizo en los medios. Dejó series por ambos pitones sin obligar y, aunque no hubo la rotundidad de otras tardes, el público siempre estuvo de su parte.

La estocada, arriba, debió ser determinante para que el palco sacase el segundo pañuelo.

Gorrión era el nombre del tercero, que fue protestado en varas. El palco lo aguantó en el ruedo y pareció venirse arriba. Aguado lo hizo todo con mucho tiento y sin quebrantar, andando en torero y dando mucho tiempo entre series. La plaza rompió en una serie en redondo con gracejo y arte, y una serie al natural. La estocada fue de efecto fulminante, lo que motivó que el palco le concediera excesivo premio. El cuarto fue un toro disperso, un manso con fondo, pero toreable, que encontró la técnica poderosa de El Juli. La raza del torero madrileño presagió no querer quedarse sin salir a hombros, empresa que ha habían conseguido Urdiales y Aguado.

El Juli tiró de técnica y continuidad jugando perfectamente los terrenos. Dominado el rajado animal, le sacó series por ambos pitones, pasándoselo muy cerca. A base de insistir, se ganó al aforo logroñés. Todos empujaron el estoque que, hasta por dos veces, se negó a entrar. Cuando El Juli agarró la estocada ya se había esfumado el premio y, con todo, recibió una gran ovación.

Los dos últimos de Victoriano fueron dos auténticos inválidos. En el apartado de Diego solo se puede destacar dos buenos pares de El Víctor para, luego, ser todo un querer y no poder. Toro protestón y que no pasa, con lo que Diego desistió, dejando después otra gran estocada. Silenciada su labor y pitado el astado.

Del último de Aguado, igualmente, dos grandes pares de Iván García, quien tuvo que saludar y, el resto, fue más del condicionante de la tarde. Un Aguado que intentó consentir a un animal claudicante y de complicada empresa. Nunca pudo ligar dos pases y fue invitado a desistir. Desafortunado con los aceros, dejó un pinchazo hondo y varios desabellos. También fuertemente pitado.