GANADO: seis toros de Torrestrella, desiguales de volumen y cuajo, aunque seriamente armados. Dispares en el juego, destacó por su movilidad y entrega el lote de Luis David.

ROMÁN: estocada (ovación); estocada contraria (vuelta al ruedo tras petición de oreja).

ÁLVARO LORENZO: estocada desprendida (silencio); media estocada desprendida (silencio).

LUIS DAVID: pinchazo y estocada tendida (oreja); estocada desprendida (oreja con petición de la segunda).

El joven espada mexicano Luis David cortó ayer en la feria de Bilbao sendas y baratas orejas, que le pidió un escaso y muy poco exigente público tras dos faenas ramplonas. Esas dos engañosas orejas no llegan a ocultar la escasa entidad de sendos trasteos en los que Luis David no llegó a aprovechar con la trascendencia que merecían a dos astados propicios para un toreo más sincero y profundo. El primero fue un toro burraco, bajo y hondo de hechuras, que añadió un punto de temperamento a unas repetidas y largas embestidas que el mexicano apenas gobernó. El de Torrestrella marcó el ritmo de una faena basada en muletazos destemplados y a la defensiva.

El sexto acudió a los cites con más temple, a pesar de la violencia con que lo movió Luis David en una faena tan animosa de cara a la gente como plagada de ventajas y desajustes. La explicación para que, con tan escasos méritos, le cortara una oreja a cada uno, viene dada la espectacularidad de sus estocadas, cobradas al encuentro, y el generoso y poco exigente criterio del público.

En cambio, se quedó sin premio la faena de mayor contenido de la tarde, la que Román le hizo a un cuarto toro cinqueño que a su falta de entrega añadió una aspereza que el valenciano fue limando con un paciente valor. A pesar de que el de Torrestrella siempre sacaba los pitones por encima del palillo de la muleta, Román se le impuso con un sólido mando y sin ninguna duda, hasta lograr ligarle dos meritorias tandas de derechazos.