El torero Juan José Padilla se retirará definitivamente de los ruedos al finalizar la próxima temporada 2018 y pondrá así término a 25 años de alternativa, según anunció ayer el diestro en una rueda de prensa. «He tomado la decisión más importante de mi carrera y ya no hay vuelta de hoja. Siento que ya no podía estirar más la cuerda ni seguir tentando a la suerte. Cuando acabe 2018 me voy del toreo y me voy con la satisfacción de haberlo dado todo por el toro y por mi profesión», manifestó el jerezano.

Padilla, que ha estado acompañado de su familia y de Diego Robles, su hombre de confianza desde hace muchísimos años, aseguró que en la próxima temporada espera «pisar» las plazas donde él se ha sentido «tan querido» como Bilbao, Pamplona o Zaragoza. Tampoco descarta ir a América, «si las circunstancias así lo dan», añadió.

«Lo que quiero es irme bien, estar en los sitios más señeros de mi carrera y cumplir con máxima responsabilidad para una vez acabado el año me pueda ir con la conciencia tranquila y con la sensación del deber cumplido», apostilló.

El año que viene hará 25 como matador de toros, un «número redondo» que también le ha ayudado para tomar esta decisión, de la que no habrá «marcha atrás», insistió.

EL PERCANCE DE ZARAGOZA / También quiso agradecer a toda la familia taurina «el cariño y el respeto» que le han profesado durante su dilatada trayectoria, especialmente en esta última parte, marcada por terrible percance en Zaragoza en 2011. «Aquella tarde marcó mi vida. Perdí un ojo y cambió todo el planteamiento de mi carrera, entrar en otros tipos de carteles y corridas más amables. Si hubiera tenido que seguir matando miuras o cebadas seguro que no hubiera vuelto. Y eso el público lo ha entendido y me lo ha respetado», confesó. «Por eso nada más que puedo dar las gracias, a todos mis compañeros, a los empresarios, a los ganaderos, a la afición... Gracias por tanto», concluyó.

Nacido en Jerez de la Frontera (Cádiz) en 1973, Padilla, uno de los toreros más carismáticos de las últimas décadas, recibe el apodo de el Ciclón y es especialista en corridas de Miura. Tomó la alternativa en la plaza de Algeciras en junio de 1994. El torero jerezano, cuyo último paseíllo lo hizo el 15 de octubre en Cieza (Murcia), ha sido muy castigado por los toros, sufriendo el peor percance de toda su carrera en 2011 en Zaragoza, cuando un astado de Ana Romero le propinó una cornada que le costó la pérdida del ojo derecho.