La feria taurina da sus últimas bocanadas y en Los Califas el tedio se ha convertido en un invitado de excepción tarde tras tarde, pese a la puerta grande de El Juli, no exenta de polémica dentro y, sobre todo, fuera del coso en las improvisadas tertulias de aficionados que seguían explicándose cómo el presidente del festejo había sacado los dos pañuelos en el primer toro del madrileño.

Polémicas aparte, la quinta del abono puso de manifiesto que no hay manera ni fórmula mágica de llenar los tendidos, en los que sí estuvieron más de una quincena de integrantes, con su presidente al frente, Salvador Zurita, del Consejo Nacional Taurino Mexicano Contoromex, en el que se aglutinan 38 peñas taurinas del país azteca. También procedente de Sudamérica, el Doctor Bustamente, director de la banda de música de Mérida (Venezuela), siguió atentamente los pasodobles que interpretó la Banda Cristo del Amor, no muy acertada en el segundo de El Juli cuando, sin venir a cuento, sus integrantes comenzaron a tocar, solicitando el matador varios compases después que cesara la música.

Tampoco quisieron perderse la tarde representantes de la peña Enrique Ponce de Las Navas de San Juan (Jaén), así como un buen puñado de aficionados malagueños que siguieron a Saúl Jiménez Fortes, y los integrantes del Club Cocherito de Bilbao, que no quedaron satisfechos con el festejo del viernes y repitieron ayer, desplegando momentos antes de iniciarse el paseíllo una pancarta en la que expresaban su defensa de la Fiesta. También en los tendidos de Los Califas se pudo ver ayer al director de cine Agustín Díaz Yanes, a la modelo y empresaria sevillana Raquel Revuelta, a los ex matadores de toros Agustín Castellanos El Puri y Fernando Sacromonte, al ex banderillero Juan Bellido Chocolate, a los ediles Luis Martín y Juan Miguel Moreno Calderón, al presidente de la Federación Provincial Taurina Antonio Sanz, y al ex novillero José Luis Villafuerte.

Y en el callejón compartieron burladero el rector de la UCO, José Manuel Roldán Nogueras y el presidente de la Real Academia de Córdoba, Joaquín Criado Costa. Muy cerca de ellos se encontraba José María Montilla, que ayer cumplía 50 años de alternativa, y algo más alejado el ganadero Alvaro Núñez del Cuvillo, todo un manojo de nervios durante la lidia de los cinco ejemplares de su hierro, a los que sólo les cortaron ayer una oreja, ya que las dos del pañuelazo , para rematar la faena, pertenecían a un remiendo de Juan Pedro Domecq.