Mientras llegan los llamados días fuertes , llámese hoy viernes y mañana sábado, el nuevo formato de la feria taurina ha cumplido con los escalafones inferiores, con el público joven y, por qué no decirlo, con los peñistas, que ayer jueves cumplieron a la perfección con su cometido, que no es otro que apoyar a sus respectivos novilleros de manera incondicional, hagan lo que hagan. Porque ayer en Los Califas, amén de los de siempre, los tendidos estaban divididos entre los seguidores del ecijano Angel Jiménez, los de Juan Ortega y los de Juan Romero El Zorro , estos últimos, sin lugar a dudas, los más ruidosos de las tres hinchadas, tanto que hasta tenían ensayado su particular grito de guerra.

Así que con este ambiente peñístico, la fiesta, pasara lo que pasara sobre el ruedo, estaba en los tendidos, para más datos en los 1.859 espectadores de pago que, según la empresa, se dieron cita en el coso, entre los que se encontraban los matadores de toros Fernando Tortosa y José Luis Torres, así como los chicos de la Fundación Promi, a los que Angel Jiménez y El Zorro brindaron un novillo, como también hizo Juan Ortega a Celso Ortiz, integrante del equipo médico de Los Califas.

Se echó en falta, todo hay que decirlo, a algún que otro representante del Consistorio, que dejaron su burladero más solo que la una, aunque el callejón estaba repletito, con el empresario Pablo Chopera y su lugarteniente Raúl Gracia en primera línea de batalla, así como el novillero sin caballos Rafael Reyes, triunfador numérico del festejo celebrado el miércoles.

Así, entre los gritos de ánimo de uno y otro bando, sazonados con los del típico pesado que no paraba de pedir música aunque los trapazos fueran de libro, transcurría el tercer festejo del abono cordobés, con un calor que se dejó caer a plomo y que provocó más de un bostezo entre el respetable, que aplaudió, con no poca guasa, la subida a las cabalgaduras de un rellenito varilarguero que minutos antes había dado de bruces en el suelo antes de aterrizar en los lomos del novillo.

Y mientras, los jurados de los trofeos que se ponían en juego entre la terna que tomaba parte en la novillada con caballos tomaban buena nota de todo lo que acontecía sobre el ruedo califal, concediendo finalmente el Club Calerito su Oreja de Oro a Juan Romero El Zorro , que cortó un apéndice. Habrá que esperar para conocer los ganadores del resto de galardones que conceden otras tantas instituciones taurinas.