Los naranjos de la plaza del Potro desprendían anoche un aroma especial, mezcla entre azahar y torero, y es que por sus vetustas piedras cruzaban los toreros camino de la ermita de la Candelaria, donde iban a ser galardonados. El inusual paseíllo estaba encabezado por el veterano diestro José María Montilla, que este mes de mayo cumple cincuenta años como matador de toros, y Enrique Ponce, con veintitrés años de matador de toros que ha conquistado todas las plazas.

Tras ellos, los subalternos Curro Javier, de la cuadrilla de Manzanares, distinguido con el premio Juan Molina a la mejor brega, y Juan José Trujillo, de la misma cuadrilla, con el premio Cantimplas al mejor par de banderillas, por haber sido los mejores de la feria de mayo 2011.

EXPECTACION La expectación en la ermita no dejaba lugar a dudas de que se trataba de un acto importante. Allí se había congregado un público heterogéneo, alcalde incluido, amante de la fiesta, que esperaba ansioso la llegada de los protagonistas de la noche. No cabía un alfiler en el coqueto recinto cuando el presidente del Círculo Taurino, Francisco Gordón Suárez, tomó la palabra para dirigirse a los presentes y explicar el acto. Brevemente fue glosando los méritos de cada uno de los galardonados. Así, cuando se refirió a Montilla dijo que "le había tocado actuar en un periodo entre dos califatos: Manolete y El Cordobés y competir con los mejores toreros del siglo XX, pero que lo hizo con dignidad". De Ponce recordó que es un torero que ha pulverizado todas los récords, incluido el de torero que más toros ha indultado en la historia gracias a su toreo elegante y ser un gran conocedor, logrando cuajar faena a casi todos". De los subalternos distinguidos destacó el ejemplo que significan de "entrega y esfuerzo", triunfando todas las tardes por su afición y buen hacer.

Después se procedió a entregar los diversos galardones, cerrando el acto el alcalde, José Antonio Nieto, que, entre otras referencias, contó algunas anécdotas vividas en el mundo del toro.

Lugar destacado ocupó Palomas Cuevas, esposa de Enrique Ponce, que cautivó a todos por su simpatía y elegancia. Entre los presentes estaba una nutrida representación de Unión Cordobesa, con su portavoz, Juan Manuel Alburquerque, a la cabeza; Amelia Caracuel, que ha dejado el estreno de su nueva responsabilidad en el equipo de gobierno municipal para cuando pasen las fiestas de Mayo; Tomás González de Canales, presidente de la Sociedad propietaria de la Plaza de Toros; Vicente Raya, presidente de Los Califas; Celso Ortiz y Eugenio Arévalo, cirujanos taurinos; el catedrático de la UCO Rafael Jordano Salinas; José Luis Prieto, el veterinario que más libros de toros ha publicado, y aficionados, escritores taurinos...todos encantados con asistir a un acto breve pero lleno de intensidad.