Ganado: toros de Jandilla, primero, tercero y quinto con el hierro de Vegahermosa, correctos de presentación y nobles. Al sexto se le dio la vuelta al ruedo.

Jesús Janeiro ´Jesulín de Ubrique´: estocada casi entera, trasera y desprendida, y dos descabellos (silencio); y estocada ligeramente desprendida (silencio).

Manuel Díaz ´El Cordobés´: gran estocada (oreja); y pinchazo y estocada (oreja).

Julián López ´El Juli´: pinchazo y estocada trasera (ovación); y estocada atravesada y descabello (dos orejas).

El Cordobés gustó mucho a la afición y público gijonés. Con su primero llevó a cabo una faena muy animosa en la que el torero tiró de muchos y personales recursos para conectar rápido con los tendidos, que tras una buena estocada le premiaron con un trofeo. Con el quinto no bajó el tono El Cordobés, que además de sus habituales desplantes y gestos de cara a la galería, también dejó algunos pases sueltos de notable temple y buen gusto. Paseó otro trofeo.

El Juli consiguió los mejores pasajes de la tarde. A su primero le planteó una labor muy técnica y poderosa ante un animal nada claro con el que hizo un esfuerzo hasta conseguir notables muletazos sobre todo al natural. Pudo haber tocado pelo de no haber marrado con los aceros. Lo gordo vino en el que cerró plaza, al que toreó con bonitas verónicas en el saludo y posterior quite por chicuelinas. El toro, bravo y a más, permitió a El Juli cuajar una faena emocionante y estética a partes iguales de principio a fin, con muletazos largos, hondos y despaciosos por los dos pitones. La ligazón y el sometimiento, armas fundamentales. Un epílogo por circulares y cambios de mano puso a los tendidos en pie. Y pese a un pinchazo previo a la estocada definitiva, fue premiado con las dos orejas de un toro al que le concedieron la vuelta al ruedo.

Jesulín, que volvía a Gijón en su reaparición, pasó sin pena ni gloria. Con su primero, un toro tan noble como flojo, apenas llegó a interesar en un trasteo insulso. Con el cuarto no mejoró su actuación.