Ganado: cuatro toros de Gerardo Ortega y dos remiendos, segundo y cuarto, de la divisa de Parladé, bien presentados y de juego variado. El mejor, por noble, enclasado y repetidor, fue el quinto. Segundo y sexto apuntaron nobleza, mientras que los demás no acabaron de romper.

Salvador Cortés: ovación tras petición, una oreja, ovación, ovación, dos orejas y una oreja.

Plaza: La Maestranza (Sevilla). Menos de media entrada en tarde agradable.

El diestro Salvador Cortés firmó ayer un importante triunfo al abrir la Puerta del Príncipe de la Real Maestranza de Sevilla, después de cortar cuatro orejas en su encerrona con seis toros en solitario.

Salvador Cortés abrió la Puerta del Príncipe de Sevilla gracias a los cuatro trofeos que paseó en una tarde triunfal para el sevillano, que termina la temporada dando un golpe de atención muy importante.

Tras recoger tres sentidas ovaciones después de estoquear al primer, tercer y cuarto toro de la tarde, y después de pasear la oreja del segundo, gracias a una entonada faena en la que brilló con varias series de derechazos muy templados, llegó el momento culminante de su actuación frente al quinto.

Este ejemplar de la ganadería de Gerardo Ortega fue el que más clase y nobleza aportó de todo el encierro, y Cortés lo cuajó de cabo a rabo.

El torero se fue a portagayola consciente de lo que se jugaba, banderilleó con solvencia y acabó diseñando un arrebatado trasteo de muleta de altura por los dos pitones. Una gran estocada fue la rúbrica perfecta para que el torero de Mairena del Aljarafe paseara el merecido doble trofeo.

La última oreja la paseó del animal que cerró plaza, otro toro noble que permitió a Cortés poner la guinda final de su actuación en solitario conquistando otro trofeo.