Ganado: toros de El Pilar, desiguales de presencia y de buen juego aun con reparos. Los mejores, tercero y sexto, el primero de ellos premiado con vuelta al ruedo. Sirvió mucho el quinto. Primero y cuarto, masacrados en el caballo, apuntaron calidad. Desentonó el manso segundo.

Juan Serrano ´Finito de Córdoba´: dos pinchazos (silencio); y medio espadazo atravesado y descabello (pitos).

Julián López ´El Juli´: media estocada (ovación tras petición insuficiente); y pinchazo y estocada caída (ovación).

David Fandila ´El Fandi´: estocada y descabello (una oreja tras un aviso); y estocada y descabello (una oreja con fuerte petición de la segunda).

Cuadrillas: José Antonio Carretero saludó tras banderillear al segundo.

Plaza: La Misericordia (Zaragoza), lleno de "no hay billetes" en tarde de calor y mucho humo dentro del recinto, con la cubierta a medio echar.

Corrida buena por los toros más que por los toreros, y en un ambiente triunfalista. Se aplaudió todo, o casi, bueno y no tanto. También hubo disgusto con el descaro de Finito para cubrir el expediente sin aplicarse lo más mínimo.

Buenos los toros por la clase que lucieron, sin embargo, fallaron las fuerzas en muchos de ellos. El supuestamente mejor, el tercero, tuvo voluntad de embestir, frenada en el tercio de varas por la falta de fuerza atrás, lo que en cierto modo también le quitó chispa en la muleta. Y eso siendo toro pronto y con mucha plaza, con clase y estilo en la forma de tomar los engaños. Toro completo por los dos pitones, aunque hay que insistir en la salvedad de un tercio de varas sólo a medias por la justeza de fuerzas.

El otro toro destacado, el sexto, se movió mucho, teniendo en cuenta además que su matador, El Fandi, le exigió una barbaridad en mil carreras con las banderillas. Toro con motor y menos clase.

Viene todo a cuento por la exagerada vuelta al ruedo con la que el presidente premió al tercero. El mismo presidente que días atrás había negado trofeos muy merecidos a Uceda Leal y Curro Díaz.

También, y sin entrar en comparaciones, vale reivindicar en esta ocasión el tercer toro de Cebada Gago lidiado hace tres días, un ejemplar bravo y muy completo en todos los tercios, que pasó desapercibido para el usía. Por último, dos y hasta tres toros de Fuente Ymbro dieron más motivos que el del Pilar para una vuelta al ruedo que tampoco se produjo. ¿Para cuándo una escuela de presidentes, al menos para los que tienen competencias en plazas de primera?

NADIE PIDIO LA VUELTA Hay que significar por último que esta vuelta al ruedo que no pidió nadie es cosa del mismo presidente que hace tres años le negó el indulto a un bravísimo ejemplar de Cebada Gago. Los jurados encargados de premiar al mejor toro tienen ahora la palabra, no vaya a ser que prevalezca el criterio del presidente de los errores.

Y para retomar el hilo de lo que tiene que ser la crónica de la corrida hay que seguir con los toros. El primero de Finito, noblón y con pocas fuerzas, acabó para el arrastre por el desmesurado castigo que le dieron en varas. El cuarto, todavía más maltratado. Y Finito, sin despeinarse. En ambos citó fuera de cacho, esperando a que se pararan.

El Juli estuvo queriendo mucho en su primero, pero rapidito y sin dejar poso. Vale la disculpa de que el toro no aportó nada. El bastote y feo quinto, muy en la línea de toda la corrida, no obstante, se desplazó largo y humillado por el pitón derecho. El Juli esta vez estuvo sólo aparente, en un trasteo largo y de poco contenido.

CLAMOR CON LAS BANDERILLAS El Fandi puso nombre a la tarde. Tuvo muchas y variadas intervenciones en los tres tercios. No hay que decir el clamor que levantó con las banderillas. Muleta en mano, muy capaz sobre todo en los comienzos de faena. Toreó con más relajo de lo habitual en él, gustándose incluso, aunque a menos, hasta terminar atragantándose de tanto almíbar. La gente, eso sí, muy volcada con él.