Los teléfonos echan humo y eso es síntoma de que hay nervios, muchos nervios, entre los cuatro aspirantes a hacerse con la gestión de Los Califas. Las llamadas, que han sonado en importantes despachos de la ciudad en busca de apoyos y presión, se han multiplicado desde que se abrieran los sobres. Y es que aunque oficialmente nada se sabe de lo que ocurrió en aquel consejo de administración del pasado lunes, las filtraciones han puesto a unos y otros en alerta. Los hay que se han dado cuenta de que son cascarón de huevo, otros que han percibido que su proyecto no ha enamorado y quienes, considerando que lo suyo era un paseo militar, ya no las tienen todas consigo. Así que todos intentan mover sus últimas fichas. Caldas se ha dejado caer con el apoderamiento de dos novilleros cordobeses. Dorado ha puesto terreno de por medio entre "los del ladrillo", como llama a los demás, y los profesionales, donde se sitúa. Vioque y los suyos no paran de vender su condición cordobesa para ganar adeptos. En fin, que no se recuerda un concurso tan animado en Córdoba. ¡Ay, si luego mantuvieran la misma pasión a la hora de gestionar!