Lleno de "no hay billetes". ¡Un lujo ver la plaza llena! Incluso hubo colas por la mañana para conseguir alguna de las pocas entradas que salían a la venta. Y entre los atractivos para este éxito, claro está, la presencia de Ortega Cano, un torero recién reaparecido y muy familiar para el gran público por aquello de su vida particular (¿?), marcada por la muerte de su mujer, Rocío Jurado. Para él, a priori, pues, gran parte del protagonismo. Claro que, ya en el ruedo, después de la cariñosa ovación que se llevó nada más aparecer en la arena, poco más. Mucho lanzamiento de prendas en su vuelta al ruedo y punto. Y eso que el hombre quiso llevarse su parte de gloria, al menos como ganadero --los de Yerbabuena son de su propiedad-- con el indulto del sexto, para el que pidió el perdón desde el callejón y pañuelo al viento. Pero tampoco. El presidente se negó e hizo bien.

Como bien hizo en no conceder la segunda oreja que se pidió para Manuel Díaz El Cordobés; demasiado premio para tan poca faena. Bien, aunque el chaparrón que le cayó fue de órdago. Gritos de "¡Fuera, fuera!" para él y que se convirtieron en los de "¡Torero, torero!" para el espada. Por cierto que este estuvo correctísimo pidiéndole calma al público mientras caían algunas almohadillas al ruedo. Díaz, mejor que nadie, sabía que no era para tanto. Ni siquiera el hecho de estar en un festival servía de excusa. ¿Que el presidente se complicó la vida? Pues sí, pero eso es lo que tiene estar en una plaza de primera.

Un coso al que asistieron Arantxa del Sol, la mujer de Finito, que vio el festejo desde una barrera junto a la diseñadora Juana Martín, y a las que se acercó a saludar Ortega Cano. Y también entre los presentes, Pepe Reina, el portero del Liverpool, amigo del torero cordobés que siguió el festival desde el callejón. Y cómo no, la presidenta de la Asociación de Lucha Contra el Cáncer en Córdoba, María Luisa Cobos, que salió al ruedo, entre otros, junto a Juan Machín, vicepresidente de la sociedad propietaria de Los Califas, para entregar una medalla a Finito. Muchos protagonistas, y Ortega Cano, en segundo plano, al menos taurino.