José María González de Caldas y José Jesús Cañas ya habían hecho algunos pinitos taurinos con anterioridad. Pero bajo el nombre de Taurotoro no habían concurrido a ninguna plaza hasta que el año pasado lo hicieron a la de Los Califas. Y fue estreno y triunfo, porque se adjudicaron Córdoba y, desde entonces, otro buen puñado de cosos: Vitoria, Pozoblanco, Játiva, Santoña... y ahora Granada. Así es que la plaza cordobesa, esa que insisten en señalar como "nuestro buque insignia", o les ha dado suerte o ha sido la bandera cualificada que les ha abierto otras muchas puertas, sin despreciar que sus ofertas suelen enganchar por novedosas.

El caso es que la última conquista de Taurotoro ha sido la más que rentable plaza de Granada después de un proceso de "consulta", que no de concurso --como se empeña en aclarar la sociedad propietaria del coso--, rodeado de cierta polémica. Y es que las empresas grandes, entendiendo que se había abierto una subasta con el fin de engordar el canon, no presentaron ofertas para respetar, de paso, la gestión que durante más de cuatro décadas había hecho la familia Miranda. Pero en medio de ese río revuelto, los pliegos comenzaron a llegar a Granada. Y Taurotoro, "con todo el respeto a la familia Miranda", pero viendo que podían ser otros los beneficiados, se echó adelante y se llevó el gato al agua, dejando en la cuneta al propio Emilio Miranda, a Juan Reverte, a José Félix González y a Enrique Patón.

Y así las cosas, ahora toca ponerse manos a la obra. Cañas ya ha asegurado que "vamos a mimar la plaza de Granada" y Caldas ha anunciado abonos para jóvenes, desencajonamientos, concurso de enganches y palcos vip, amén de mantener la calidad en los festejos taurinos. Taurotoro suma y sigue.