Ocho millones de las antiguas pesetas (48.080 euros) es, finalmente, el beneficio que les quedará a los Hermanos de la Cruz Blanca por la corrida que se celebró en Los Califas el pasado abril, según aseguró ayer Manuel Ortiz, superior de la congregación. Una cifra que, aunque lejana de los veinte millones de pesetas (120.200 euros) que estimó la organización como recaudación posible, deja "contento" al hermano Manolo (como se le conoce popularmente) porque "todo el dinero que obtengamos para nuestra nueva casa es bueno".

De esta cantidad final, los hermanos sólo tienen en sus manos, por el momento, una tercera parte, que fue la recaudada directamente por ellos. El resto se lo debe entregar aún la empresa Taurotoro, explica el hermano Manolo, aunque confía en que, después de haber pasado casi dos meses de la celebración de la corrida, en breve se celebre un acto público con tal fin.

ESCUELA TALLER

Con el dinero obtenido con la corrida, los Hermanos de la Cruz Blanca darán otro impulso a la nueva casa de acogida para discapacitados psíquicos y físicos que están levantando en el antiguo Hospital Militar, unas obras que podrían estar finalizadas --aunque se resisten a poner fechas-- para primeros de otoño. Ayer mismo comenzó una escuela taller en el antiguo hospital y, ahora que el apartado de albañilería está prácticamente sufragado --el hermano Manolo resaltó, amén de lo obtenido en el festejo, otras aportaciones lideradas por el presidente de Cajasur, Miguel Castillejo, y el empresario Rafael Gómez Sánchez--, "lo que nos hace falta es equipamiento", comentó el superior.

El hermano Manolo agradeció ayer la "generosidad" de cuantos han colaborado con la causa y animó a los alumnos de la escuela taller a trabajar porque "cada ladrillo que pongáis habrá sido para que nuestros discapacitados vivan con dignidad". "Esta es la obra de Córdoba, no de los Hermanos de la Cruz Blanca. Y algún día podrá decir Córdoba que ha conseguido levantar una residencia digna", concluyó.