El milagro de Mónica en el atropello múltiple de Madrid: "Por tres segundos salvé la vida"

Una vendedora de cupones de la ONCE cruzaba por el paso de peatones del Paseo de Extremadura cuando se produjo uno de los dos atropellos mortales

Mónica, vendedora de cupones, frente al paso de peatones donde se produjo uno de los atropellos mortales. / R. B.

Mónica, vendedora de cupones, frente al paso de peatones donde se produjo uno de los atropellos mortales. / R. B.

Roberto Bécares

Dice Mónica que no entiende por qué hoy se tomó más tiempo para cerrar el quiosco de la ONCE donde vende cupones en el Paseo de Extremadura y cruzar con tranquilidad al otro lado de la calle. “Fíjate”, dice perdiendo la mirada, “siempre cierro de una a una y diez, y paso corriendo por el paso de cebra al otro lado a ver si vendo algún cupón rápido, pero hoy no….hoy caminé despacio”. Era poco más de la una de la tarde y el semáforo se había puesto en verde para peatones a la altura del número 88. Varias personas comenzaron a cruzar la calle, que en ese punto tiene dos carriles de circulación, ajenos al bólido que bajaba desde el Alto de Extremadura huyendo de la Guardia Civil.

“Sentí el golpe del coche, muy duro; lanzó al señor con el bastón y todo muchos metros abajo. Él iba con una señora, delante mío... yo por tres segundos salvé la vida; por tres segundos puedo estar contándolo ahora”, prosigue Mónica, todavía sin creérselo, sobre el recorrido de muerte que el conductor a la fuga de un Mercedes Clase C hizo por la arteria principal de Puerta del Ángel y que acabó dejando dos personas fallecidas y cinco heridas. “Iba rapidísimo, a toda velocidad, le lanzó al hombre como si fuera una hoja de papel”, asegura.

Paso de peatones

Había pasado al menos media hora del suceso y el cadáver del hombre, de 81 años, cubierto bajo una sábana blanca, seguía en medio de la calle, a unos 30 metros del paso de peatones. Varios agentes de la Unidad Judicial de Tráfico de la Policía Municipal de Madrid hacían mediciones para poder calcular cómo fue exactamente el atropello y a qué velocidad iba el coche. Pegado a la acera, numerados como pruebas del accidente, quedaban dos lúgubres recuerdos de lo ocurrido: un zapato marrón del hombre atropellado y un retrovisor del coche que sembró el caos y el pánico en esta siempre ajetreada calle de Madrid.

Este es el estado en el que ha quedado el coche implicado en el atropello del Paseo de Extremadura  /  EPE

Este es el estado en el que ha quedado el coche implicado en el atropello del Paseo de Extremadura / EPE

Todo se había iniciado pocos minutos antes, en la A-5 a la altura de Leganés, cuando un coche de la Guardia Civil se había percatado de que en un vehículo viajaba un bebé sin las perceptivas medidas de seguridad, la obligatoria silla, según explicaron fuentes del Instituto Armado a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA. Lo llevaba su madre en brazos.

Huida

Los agentes le dieron el alto, pero el conductor aceleró y emprendió la huida entrando en el Alto de Extremadura, una zona de gran actividad comercial por las mañanas. A la altura del número 154, también en otro paso de peatones, el conductor atropelló a un varón de 72 años, e hirió a otras tres personas, un matrimonio de 65 años que fue dado de alta en el lugar, y a una mujer de 90 años.

Los dos puntos en los que se produjo el atropello.

Los dos puntos en los que se produjo el atropello. / EFE

Sin importarle lo ocurrido, siguió con su huida mortal. “Iba a todo meter, rapídisimo, yo todavía no entiendo cómo no le pudieron parar antes”, lamenta Juanma, vecino y testigo de lo ocurrido. Más abajo fue cuando el Mercedes atropelló al octogenario que cruzaba por el paso de peatones. Su mujer tendría que ser atendida posteriormente por los psicólogos del Samur. El conductor no se arredró y no fue hasta llegar al cruce con Saavedra Fajardo, a la altura del Puente de Segovia, cuando el coche, por causas que se desconocen todavía, se quedó detenido, junto al Chascón, un restaurante gallego muy conocido en el barrio.

El cadáver de una de las personas atropelladas en el Paseo de Extremadura, al fondo; en primer plano, un objeto personal del fallecido y el retrovisor del coche.  /  R.B.

El cadáver de una de las personas atropelladas en el Paseo de Extremadura, al fondo; en primer plano, un objeto personal del fallecido y el retrovisor del coche. / R.B.

“Yo noté el golpe de cómo uno de los que iba en el coche se tiró en marcha”, relata el quiosquero sobre lo ocurrido. El conductor, un varón de 31 años, emprendió la huida a pie. “Salió por aquí, por Saavedra Fajardo corriendo, y los agentes detrás de él”, recuerda otro testigo. Al cierre de esta edición, la Policía le seguía buscando. En el vehículo viajaban también una mujer y un bebé, de no más de un año de edad. Ambos estaban ilesos, aunque la mujer atendida por los facultativos dentro de una ambulancia del Samur por una crisis de ansiedad.

Homicidio

Los dos adultos, el varón con antecedentes por delitos comunes, han sido detenidos por homicidio, omisión del deber de socorro y delito contra la seguridad vial, mientras el Samur Social se ha hecho cargo del bebé. Parte del tráfico del Paseo de Extremadura ha sido interrumpido durante varias horas mientras el barrio trata de asimilar lo ocurrido. El accidente se ha instalado en todas las conversaciones. Algunos aseguran que teniendo en cuenta el tránsito peatonal de esta calle “poco ha pasado”.

Otros, que los agentes debían haberles cortado el paso antes, algo que parece improbable que pudiera ocurrir teniendo en cuenta la alta velocidad a la que viajaba el huido. “Ha sido una desgracia, no sé cómo ha podido pasar”, decía Julia mientras volvía a casa con la compra.  Sobre las 17.00 horas, una grúa municipal retiraba el coche, con la luna rota y numerosos desperfectos tras los múltiples atropellos.