Ocho meses de cárcel y 210 euros por golpear a su pareja en Zaragoza para abortar

"Te voy a golpear hasta que sangres", relató la víctima sobre los insultos

La víctima fue atendida en las Urgencias del hospital Clínico Lozano Blesa de Zaragoza.

La víctima fue atendida en las Urgencias del hospital Clínico Lozano Blesa de Zaragoza. / ÁNGEL DE CASTRO

L.M.G. / A.T.B.

Una joven de 31 años embarazada de siete meses acudió aterrorizada el pasado 30 de enero al hospital Clínico Lozano Blesa de Zaragoza tras recibir una paliza a manos de su pareja con el fin de que abortara. Tal y como adelantó EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, la víctima también denunció ante la Policía Nacional las amenazas recibidas del tipo "si estuviéramos en Argelia, estarías muerta", "no llores, te voy a golpear hasta que sangres, por lo que aún falta" o "cada vez que me mientas te voy a dar un golpe". No obstante, el Juzgado de lo Penal número 8 de Zaragoza no ha podido acreditar que se pronunciaran este tipo de insultos –de hecho, ha resultado absuelto del delito de amenazas que se le imputaba– y ha condenado a Mohamed Fettal, de 25 años y nacido en Argelia, a ocho meses de cárcel por un delito de lesiones en el ámbito de la violencia de género.

La condena también incluye una orden de alejamiento de 500 metros durante los próximos dos años, la privación del derecho a la tenencia de armas por el mismo periodo de tiempo y una indemnización de 210 euros por las lesiones causadas. Esta última condena hacia Mohamed, que se acogió a su derecho a no declarar durante el juicio celebrado en la Ciudad de la Justicia, se sumará a su historial delictivo ya que cuenta con antecedentes por hurtos y conducción bajo la influencia del alcohol.

Lo que sí pudo acreditar el magistrado fue "un fuerte puñetazo en la cara" que se saldó con lesiones consistentes en contusiones y un ojo morado. La víctima, representada por Carmen Sanz Lagunas, fue asistida rápidamente por los sanitarios por el peligro de que se adelantara el parto y los obstetras consiguieron estabilizarle.

Orfandad probatoria

Aunque ambos compartían piso en el barrio Delicias de la capital aragonesa, el primer encontronazo se produjo en casa de la hermana de la víctima donde, según ella, Mohamed le arrebató el móvil para revisarle las conversaciones. En este sentido, las pruebas practicadas en la vista oral no pudieron acreditar este episodio ni tampoco que él le profiriera los siguientes insultos: "Eres una puta. Sé que trabajas en Valencia de prostituta, no sé si el hijo será mío".

Esta misma orfandad probatoria se repitió en un segundo episodio de similares características que el primero con ese arrebato del teléfono móvil. En este caso, los insultos proferidos habrían sido los siguientes: "Puta, mentirosa, hablas con otros hombres. Seguro que el hijo no es mío. Te voy a matar, ese hijo es mío. Si estuviéramos en Argelia, ya estarías muerta".

Según relató a la sala, aguantó continuos desprecios y amenazas de "darle unas pastillas hasta que ese niño se muera" hasta el 30 de enero, cuando de regreso a Zaragoza en coche Mohamed paró el coche y le dijo: "Te voy a hacer unas preguntas, cada vez que me mientas te voy a dar un golpe". "No llores, te voy a golpear hasta que sangres, por lo que aún falta", le espetó. Ya en la capital consiguió salir del coche, pero la agarró del brazo y la metió de nuevo mientras le esgrimía un cuchillo y le advertía con clavárselo. En un momento de descuido, en plena madrugada, consiguió salir y pedir ayuda en el hospital.

Tanto el ministerio fiscal como la acusación particular solicitaban tres años de cárcel por un delito de lesiones en el ámbito de la violencia de género, de coacciones leves y de vejaciones. Por su parte, la defensa ejercida por Carmen Sánchez Herrero pedía su absolución.