La Policía investiga la muerte del ex guardia civil grancanario Ray Cazorla

Se hizo pasar por asesor de Obama y aseguró que fue candidato al Nobel de la Paz en 2020

Ray Cazorla

Ray Cazorla / LP/DLP

R. T. G.

La Policía Nacional ha abierto una investigación para esclarecer las causas de la muerte del exguardia grancanario Rayco Xerach Antúnez Cazorla, conocido como Ray Cazorla, después de que su cuerpo fuese hallado sin vida el pasado martes pasadas las 20.00 horas en su domicilio de la ciudad manchega de Ciudad Real, según confirmaron ayer a este periódico fuentes policiales. Cazorla estaba siendo investigado por el juzgado de Instrucción número 13 de Madrid por supuestamente haber estafado a instituciones públicas, profesores universitarios y ejecutivos para que invirtieran en sus empresas, del sector educativo, editorial y la organización de eventos. En diversas entrevistas llegó a afirmar que era experto en liderazgo, que fue asesor de Obama en la Casa Blanca, que tenía contactos con Joe Biden y Hilarry Clinton e incluso que fue nominado al Premio Nobel de la Paz en el año 2020, pero todo era mentira, según reveló el periódico El Confidencial. 

Pasadas las 20.00 horas del martes el cuerpo de Ray Cazorla, de 44 años, fue encontrado sin vida en su domicilio. Hasta allí se desplazó inicialmente un equipo médico, que no certificó su muerte, por lo que hasta el lugar se trasladó entonces un equipo conformado por la Policía Nacional, la Policía Judicial y la autoridad judicial para realizar una inspección ocular que conllevó a la apertura de la investigación. 

Ray Cazorla nació en el barrio de Schamann de Las Palmas de Gran Canaria el 22 de septiembre de 1978, estudió la educación obligatoria y al alcanzar la mayoría de edad se incorporó al Ejército y luego a la Guardia Civil en 2005, donde tras ocho años pidió una excedencia para aventurarse en el mundo de los negocios vinculado a la formación y la hostelería con locales en Triana. Establecimientos que, según algunos de sus socios, daban pérdidas frente al impulso profesional que había tenido el propio Ray Cazorla. Tiempo después de mudó a Nueva York y allí fundó Hispanic American College en 2015, un centro de formación de alto nivel para líderes hispanos. 

En su currículum Cazorla contaba que era catedrático de Liderazgo y Compromiso Social por la Universidad Católica de Murcia (UCAM) y que atesoraba dos doctorados Honoris Causa, lo que lo había llevado a convertirse en uno de los «cinco hispanos más influyentes de Estados Unidos», según recogió en uno de sus libros. 

Sus supuestos «vinculos» con Barack Obama llegaron después de que Cazorla contratase al teldense Juan Verde, verdadero asesor del expresidente norteamericano, para un ciclo de conferencias en Murcia, donde iniciaron una conexión empresarial que hizo que Verde lo invitase a la organización de la Cumbre de Innovación Tecnológica y Economía Circular en julio de 2018. Allí asistió Obama, con quien Ray Cazorla compartió los siete segundos necesarios para una foto que posteriormente utilizó para vender de forma falsa sus asesoría a Obama y obtener la confianza de empresarios, profesores universitarios e instituciones públicas para invertir en sus productos. Según el mismo medio, el propio Verde lo había denunciado por supuestamente haber suplantado su identidad «para aparentar que tenía hilo directo con la Casa Blanca». Fuentes del entorno de Juan Verde llegaron a afirmar que «nadie conoce a este tío en EE.UU, nadie ha oído hablar de él». 

Mientras, en la investigación que pesaba sobre él en el juzgado de Instrucción número 13 de Madrid hasta 10 personas lo denunciaban por supuestas estafas, uno por haberle entregado 18.500 euros para colaborar con él en una escuela de negocios, otro que le había prestado 139.000 euros para proyectos que nunca salieron adelante, y a otros inversores incluso llegó a decirles que le habían diagnosticado una enfermedad terminal cuando éstos le reclamaron el dinero y hasta llegó a justificar que los proyectos acordados estaban paralizados como consecuencia de la pandemia. Pero para los denunciantes, Ray Cazorla era un «megalómano» con un «un currículum falso, propio de un guión de película» para «aparentar solvencia y poder estafar a sus víctimas». En 2018 invitó a inversores al New York Summit para convencerlos de su posición social y económica. Cazorla siempre negó todas las acusaciones que se vertían sobre él. 

En los últimos meses, el ex guardia civil grancanario era conocido en Ciudad Real, la ciudad donde residía, por sus obras de calidad, pues donaba mascarillas y juguetes durante la pandemia a las personas que lo necesitaban, según La Tribuna de Ciudad Real.