Atropello

El conductor que mató a la familia canaria en Rumanía ignoró las señales que le impedían adelantar

El piloto, de 63 años, hizo caso omiso de los guardias muertos, las señales verticales y la doble línea continua para adelantar a una furgoneta en una curva que es considerada como peligrosa

Accidente mortal en Rumanía donde muere una familia de Gran Canaria.

Accidente mortal en Rumanía donde muere una familia de Gran Canaria. / A.C.

A. Castellano

El accidente mortal que sufrió la familia grancanaria en Rumanía se produjo en una curva considerada como peligrosa, con doble línea continua, señalización vertical que advierte a los usuarios de la vía y guardias muertos que obligan a aminorar la velocidad. El conductor de 63 años que el pasado domingo provocó el siniestro en una carretera rumana que acabó con la vida de los cuatro miembros de una familia del barrio capitalino de Hoya Andrea -los padres José y María del Carmen Rodríguez y sus hijas Alicia de 21 años y Cristina de 15- hizo caso omiso a las numerosas señales que le advertían de la peligrosidad del tramo y decidió adelantar a una furgoneta. La Policía rumana ha abierto una investigación para tratar de determinar las causas de lo ocurrido y tomar declaración al causante del accidente, que tuvo que ser hospitalizado con heridas de carácter grave.

La familia Rodríguez Rodríguez había viajado el pasado 1 de diciembre al centro de Rumanía para visitar a su hija Alicia, estudiante del cuarto curso del Grado de Educación Primaria en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) y que disfrutaba de seis meses del programa de intercambio Erasmus en la ciudad de Sibiu, en la región de Transilvania. Con ella habían viajado dos amigos y compañeros de clase de la ULPGC con los que también había compartido su etapa escolar en el Colegio San Juan Bosco de Las Palmas de Gran Canaria. Por delante tenían ocho días para estar junto a Alicia descubriendo Rumanía a bordo de un Dacia Logan alquilado con el que recorrerían los principales puntos turísticos, alguno de los cuales ya habían plasmado en las fotos familiares. 

Día festivo en Rumanía

El domingo habían decidido ir de visita a la ciudad medieval de Brasov, la más turística de Transilvania enclavada entre los montes Cárpatos. A la vuelta, ya de noche, cogieron la carretera nacional DN1, que en la red vial europea recibe la nomenclatura E68 y que conecta la capital del país Bucarest, con Brasov, Sibiu y la frontera con Hungría. A la hora en que ocurrió la tragedia, poco antes de la nueve de la noche, la vía tenía mucho tráfico con motivo del final del puente del 1 de diciembre, día festivo en Rumanía, según indicó el periódico nacional adevarul.ro.  

El accidente ocurrió en el punto kilométrico 294,5 cuando apenas quedaban 13 kilómetros para que la familia llegara a su destino. El conductor que provocó el accidente, que pilotaba un vehículo tipo SUV (semejante a un pequeño todoterreno) BMW X3, había pasado una larga recta donde la maniobra de adelantamiento está prohibida. Antes de afrontar la curva en la que se produjo la fatídica colisión, varias bandas sonoras en el asfalto advierten de la peligrosidad del tramo, así como la señalización vertical y una doble línea continua en la divisoria de los dos carriles. Ninguno de estos elementos hizo que el hombre de 63 años declinara su decisión de adelantar a una furgoneta en plena curva donde la velocidad está limitada a 50 kilómetros por hora, según los detalles dados por la policía rumana a los medios de comunicación locales.

Conducía el padre

José Rodríguez, quien conducía el coche y no su hija Alicia como se informó de forma errónea el martes en este periódico, no pudo evitar el choque. El Dacia Logan impactaba frontalmente contra el BMW y después recibía otro golpe por detrás de un BMW Serie 5 conducido por una joven de 20 años que salió ilesa del accidente. Al lugar se desplazaron varias ambulancias y los bomberos, que intentaron reanimar a los padres, que se encontraban en parada cardiorrespiratoria, sin éxito. Ambos fallecieron en el lugar de los hechos. La joven Alicia pudo ser trasladada con vida hasta el hospital de Sibiu, aunque finalmente se confirmó su muerte, y la pequeña Cristina de 15 años permaneció ingresada en estado de coma hasta que se confirmó su muerte dos días después del accidente debido a la gravedad de las heridas sufridas.

El autor del accidente también fue hospitalizado con lesiones de carácter grave. La policía rumana ha abierto una investigación y a falta de la evolución del conductor, éste podría ser acusado de los delitos de homicidio y homicidio culposo.  

Sólo un día después de que ocurriera este accidente, la ciudad de Sibiu registró otra tragedia en una autopista donde una persona falleció en la colisión de dos coches.