La consejera de Seguridad del Cabildo de La Palma, Nieves Rosa Arroyo, ha propuesto como posible solución para los vecinos y empresarios de Puerto Naos y La Bombilla, desalojados por las concentraciones de gases de origen volcánico, la declaración de estos núcleos como zona catastrófica o una figura similar.

La idea, según explica Arroyo a Efe, es que estas personas puedan cobrar del fondo de compensación de seguros o las ayudas del Gobierno para quienes han perdido sus viviendas, sepultadas bajo la lava.

"El que perdió su casa ha cobrado, vive en un piso cedido o está construyendo en otro sitio, pero esta gente -los vecinos de La Bombilla y Puerto Naos- no sabe lo que va a pasar", subraya.

La consejera propone fijar una fecha límite, que podría ser el próximo 25 de diciembre, cuando se habrá cumplido un año desde que se declaró oficialmente finalizada la erupción volcánica.

Si por entonces se mantienen las altas concentraciones de dióxido de carbono (CO2) que aún hoy se detectan en estas zonas costeras, y que en opinión de los científicos son incompatibles con la vida, se procedería a la declaración de zona catastrófica o lo que mejor corresponda.

Arroyo explica que esta es una idea que habrá que consensuar dentro del grupo de gobierno insular (PP-PSOE), ver qué encaje normativo tiene y, sobre todo, qué repercusiones tendría el haber cobrado del fondo de compensación si al cabo de unos meses remiten las emisiones de gases y esas zonas vuelven a ser habitables.

Es consciente de que habría que perfilar muchos detalles, pero recalca que "alguna solución hay que poner sobre la mesa" porque "no podemos seguir insistiendo en que los datos -de las mediciones de gases- son malos, pero tampoco podemos arriesgar la vida de las personas".

Lo que busca con su propuesta es "evitar que la gente siga sufriendo ante tanta incertidumbre", pues los científicos insisten en que no pueden calcular cuándo remitirán los gases, si es una cuestión de meses o incluso años.

"Seguro que estarían algo más tranquilos sabiendo qué va a pasar" en una fecha determinada, sostiene Nieves Rosa Arroyo, quien entiende que "habrá quien elija aguantar", pero "el que tenga un negocio, que tenga la posibilidad de que le indemnicen para poder rehacerlo en otro lugar".

Como ejemplo, pone a la farmacia de Puerto Naos, que no puede abrir mientras que las de Todoque y La Laguna han reabierto en otros emplazamientos tras ser arrasadas.

En cuanto a los vecinos desalojados, de los cuales 104 siguen en hoteles, indica que una de las opciones que manejan desde el Cabildo es si estarían dispuestos a regresar, en aquellas zonas donde sea posible, con sensores que alerten en el caso de altas concentraciones de gases.