La noche de fiesta en un local de copas de Altea (Alicante) acabó en los calabozos de la Guardia Civil para un peligroso fugitivo polaco de 55 años buscado en su país por narcotráfico que apenas salía de la villa de lujo donde residía en la Marina Baixa. La Guardia Civil le vigilaba tras ser alertada por las autoridades de Polonia de su posible presencia en la Costa Blanca y ahora se encuentra en prisión pendiente de ser extraditado para cumplir una condena de 25 años de prisión por tráfico de drogas y pertenencia a organización criminal.

El arrestado es el cabecilla de una red de narcotráfico de Polonia, país donde se le vincula al intento de asesinato a tiros del líder de una banda rival. La Policía polaca considera que este fugitivo tiene amplios contactos criminales en Europa. Así, en los Países Bajos se abastecía de éxtasis, en Alemania robó vehículos y de España importó grandes alijos de cocaína y marihuana, según fuentes cercanas a la investigación. El detenido tiene conexiones con grupos de Rusia y Bielorrusia que le compraron vehículos de lujo robados en Europa.

Tras su huida de Polonia a Altea, donde contaba con varios compatriotas que le protegían, pretendía asentar en la provincia una red de tráfico de marihuana con destino a Polonia, algo que ha evitado la Guardia Civil en coordinación con la División Especial de Narcotráfico y Crimen Organizado de la Policía de Polonia (CBSP).

La investigación para apresar al fugitivo se puso en marcha el pasado junio tras recibir la Guardia Civil una información de las autoridades polacas sobre la posible presencia en la Marina Baixa de un peligroso criminal huido de la Justicia que tenía en vigor una orden europea de detención y entrega.

El Equipo de Delincuencia Organizada y Antidrogas (EDOA) de la Guardia Civil de Alicante se puso en marcha para localizar al sospechoso y comenzó a realizar numerosas vigilancias de varios domicilios donde podría estar oculto el delincuente, del que habían alertado de que podría ir armado. Las pesquisas acabaron por situar al criminal en una vivienda unifamiliar de alto standing en una urbanización aislada de Altea. Sin embargo, apenas salía de la casa y estaba protegido por varios compatriotas de confianza con los que pretendía poner en marcha un operativo para exportar marihuana a Polonia.

Ante la inminencia del apresamiento del fugitivo en cuanto saliera del domicilio de Altea donde se escondía, dos agentes de la CBSP de la Policía de Polonia se desplazaron hasta Alicante para conocer las investigaciones del EDOA de la Guardia Civil de Alicante y aportar información.

La espera no duró mucho. Dos días más tarde, el 8 de julio, el criminal polaco salió de su domicilio y se dirigió a un local de copas de Altea en el que se disponía a pasar una noche de fiesta con unos amigos. Aprovechando esta salida, se dispuso un operativo policial compuesto por agentes de distintas unidades de la Guardia Civil y se procedió a la captura del criminal huido en el establecimiento de ocio donde estaba de fiesta.

El apresado fue puesto a disposición judicial en Benidorm, donde se realizó la comparecencia con el juzgado central de Instrucción en funciones de guardia y se decretó su ingreso en prisión.