Novedades en el caso Déborah cuando está a punto de materializarse la comparecencia del primer investigado con el que cuenta el procedimiento judicial desde que hace casi 20 años se produjo la desaparición y muerte de la joven viguesa. Los análisis realizados por el Instituto Nacional de Toxicología de Madrid derivados de la exhumación del cadáver de la víctima practicado en mayo de 2021 arrojan el hallazgo de ADN masculino en una de sus uñas. Un avance en las pesquisas judiciales que la familia no quiere que se quede ahí, motivo por el que, informan en un comunicado, van a solicitar al Juzgado de Instrucción número 2 de Tui una ampliación de esta prueba pericial forense de cara a que se traten de determinar los marcadores genéticos encontrados.

La exhumación del cuerpo de Déborah, la primera en Vigo en un caso criminal de estas características, quedó, una vez llevada a cabo, a la espera de los resultados de las muestras remitidas a Madrid. Lo primero que llegó, en ese mismo 2021, fue el resultado de unas fibras halladas bajo las uñas, de las que se resolvió que eran compatibles con una colcha que en su día perteneció al principal sospechoso. Y ahora se tiene otro dato que no se había logrado determinar en la autopsia realizada al cadáver en 2002: el hallazgo de ADN masculino en una uña sobre el que la familia quiera ahora que se ahonde.

Otro dato que acaba de trascender del análisis de los expertos es que lo que tras la exhumación el equipo forense de Vigo identificó como un pelo no era tal. “Tras el examen del Instituto Nacional de Toxicología se determina que era PVDC (material empleado para el envasado de alimentos entre otros usos), lo que demuestra una vez más la negligencia de la autopsia inicial”, refiere la familia.

Otros resultados que ya están son los del examen del vehículo del ahora investigado, efectuado en septiembre de 2021. “Se hallaron gran cantidad de muestras biológicas humanas y de animales, lo que choca con que en el examen de 2010 [del mismo coche] no se encontrase nada”, ahondan en el comunicado, añadiendo que eso “demuestra” que entonces “se hizo una limpieza exhaustiva” del automóvil. El juzgado sigue a la espera del informe definitivo del disco duro del ordenador de la joven, del que ya se determinó que fue manipulado.

Un paso clave con la comparecencia del exnovio

El caso Déborah todavía sigue rodeado de misterio, pero suma tres momentos clave desde que el Juzgado de Instrucción 2 de Tui dio otra oportunidad a este procedimiento. El primero fue la propia reapertura judicial en noviembre de 2019, un paso conseguido tras la infatigable lucha de la familia de la víctima. El segundo fue la exhumación del cadáver de la joven en mayo de 2021 para realizar un nuevo y más exhaustivo examen del cuerpo. Y el tercero llega ahora, en marzo de 2022, porque el viernes deberá presentarse ante la jueza el primer investigado con el que cuenta esta causa.


Casi 20 años después de la desaparición y muerte de Déborah y al borde de la prescripción, que se ha interrumpido, el exnovio de la fallecida comparecerá en sede judicial. Asistido por su abogado, dada su condición de investigado, tiene derecho, tal y como se recoge en la Ley de Enjuiciamiento Criminal, a guardar silencio, a contestar solo a su letrado o a las partes que él estime o a no responder a alguna o algunas de las preguntas que se le formulen. Jueza, fiscal y los abogados de la acusación particular y la defensa estarán presentes en esta diligencia.