El productor de televisión José Luis Moreno había pedido declarar voluntariamente ante el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno para tratar de explicarle las pruebas que considera que le exculpan de la macroestafa por la que está imputado en la Operación Titella. A lo largo de tres horas ha negado cualquier ilegalidad. Él "no es capo de nada" y "no tiene testaferros, porque no los soporta", declaró ante el magistrado, según fuentes presentes en la declaración.

Los investigadores, en cambio, atribuyen a Moreno ser el cabecilla de una organización criminal que desde 2017 habría estafado a entidades bancarias e inversores privados, con la falsificación de cheques y pagarés, la simulación de préstamos y el blanqueo de capitales a través de su entramado empresarial.

"Contigo aprendí"

Ante el juez, según las fuentes consultadas, Moreno ha asegurado, visiblemente emocionado, que a día de hoy vivía de sus hermanas. Ante los medios luego ha añadido que eso le "enorgullecía, porque nunca lo había hecho", y hasta se ha permitido cantar el inicio del bolero de 'Contigo aprendí' cuando pasaba junto a los periodistas que le esperaban para conocer el contenido de su declaración.

Para negar cualquier participación en los delitos de estafa, blanqueo, asociación ilícita, falsificación de documentos, insolvencia punible y contra la Hacienda Pública que se le imputan, el artista sostuvo que no tenía testaferros, porque no podía soportarlos y destacó que en su carrera había hecho más de 3.000 producciones que supusieron 150 millones de euros en contratos firmados.

Explicó que en 2018 debía cinco millones de euros a Hacienda y que la deuda ahora asciende a 3,3 millones. Añadió que si el empresario argentino Alejandro Roemmers le hubiera pagado, la cantidad sería menor. Precisamente una de las acusaciones en su contra es haberle estafado con una serie sobre la vida de San Francisco de Asís para la que se asoció con él. Moreno sostuvo que ya se han rodado 35 capítulos y que estaban en poder del juez.

Fuentes jurídicas señalaron que en cuanto a Roemmers, el ventrílocuo dijo que era "muy buena persona, pero muy influenciable", motivo por el que había decidido nombrar un perito de parte.

Mordida, una serie

Según su versión, fueron Antonio Aguilera ni Antonio Salazar, a los que también se sitúa al frente de la trama, los que le fueron a buscar a él. Se mostró tajante al decir que de haber sabido que sus fondos eran sospechosos nunca habría aceptado su colaboración.

Entre sus explicaciones figuró que la referencia que aparecía en una de las agendas intervenidas a la palabra "mordida", con la que se suele identificar el pago de comisiones, se debía a una serie en la que trabajaba.