La Policía Nacional ha detenido en Palma a una mujer china de 38 años por obligar a varias compatriotas a prostituirse por 10 euros diarios. La acusada forzaba a las víctimas a ofrecer servicios sexuales las 24 horas del día en un piso de la zona de Son Gotleu, aprovechándose de su situación ilegal en España. La sospechosa está acusada de delitos relativos a la prostitución, favorecimiento de la inmigración ilegal y contra los derechos de los trabajadores.

La investigación de este caso de explotación sexual ha corrido a cargo de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras. Hace un tiempo, los agentes recibieron informaciones confidenciales de que en un inmueble de Son Gotleu se ofrecían servicios de masajes y de tipo sexual. Los primeros datos recibidos apuntaban a que varias mujeres eran forzadas a ejercer la prostitución en el piso.

Tras realizar varias gestiones y recabar nueva información, la Policía llevó a cabo una inspección en el domicilio. Los investigadores encontraron allí a varias mujeres de nacionalidad china que no tenían los permisos para residir en España.

Las pesquisas revelaron que todas eran víctimas de una compatriota que las estaba obligando a ejercer la prostitución, aprovechándose de su vulnerabilidad por su situación ilegal en el país. Los mujeres eran forzadas a aceptar cualquier servicio sexual que demandaran los clientes a cambio de 10 euros al día. Además, una de ellas trabajaba durante 10 horas diarias como asistenta doméstica, encargándose de la limpieza, las compras y la cocina.

Los agentes arrestaron a la sospechosa, de 38 años, por delitos relativos a la prostitución, favorecimiento de la inmigración ilegal y contra los derechos de los trabajadores. La Policía elaboró un atestado en el que plasmó todas las pruebas recabadas y lo remitió al juzgado de guardia de Palma.