El matón que acudió a un hotel de Zaragoza junto a una chica que falseó su identidad para ligarse a su exnovio y citarse con él en el hotel Don Yo para darle una brutal paliza, es ya un viejo conocido de la Policía Nacional. El pasado mes de septiembre, E. V. G., colombiano y de 31 años, fue detenido junto a dos jóvenes más por, supuestamente, secuestrar y torturar a un joven vecino de la capital aragonesa. La víctima llegó a estar desnuda sobre el suelo y envuelta en plástico para no dejar rastro de las proyecciones de sangre de las patadas y puñetazos que sus agresores le estaban propinando en el interior de un domicilio del barrio de Delicias. Malherido pudo huir. Antes perdió un diente que le arrancaron con un destornillador.

Una deuda estaría detrás de estos hechos que están siendo investigados por la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Jefatura Superior de Policía de Aragón. Muestra de la extorsión que sufrió el joven es que relató a los agentes hasta tres episodios diferentes. Señaló que en junio estuvo retenido tres días en el mismo domicilio, en el número 3 de la calle Eloy Martínez, y que no le soltaron hasta que su madre les entregó 250 euros en concepto de rescate. El rapto se produjo cuando se encontraba en un bar y también fue apaleado. Muestra de la extorsión que está sufriendo es que al día siguiente del rapto que le hizo decir basta y en el que le obligaron a decir que había violado a una joven ante la cámara de un teléfono móvil, uno de los ahora detenidos le llamó y le amenazó con entregar la filmación en la Policía si no le daba 600 euros. 

La agresión se produjo el pasado 5 de noviembre en el hotel Don Yo de la capital, entre el paseo de la Constitución y el de Independencia. Eran sobre las 22.30 horas cuando la víctima, que había reservado una habitación para mantener relaciones sexuales con la chica con la que se había estado mensajeando a través de Instagram y que había falseado su identidad en una cuenta que había creado para llevar a cabo esta idea, escuchó que alguien golpeaba al otro lado de la puerta. No podía imaginarse quién había detrás.

Apareció su exnovia, S. M. P. H., española y de 30 años, junto a un joven colombiano de 31 años, identificado como E. V. G. Sobre ella pesaba una denuncia por violencia doméstica interpuesta por el joven que fue apaleado.

Rápidamente esgrimieron un cuchillo con el que obligaron a la víctima a acceder al interior de la habitación, obligando a la víctima a que se tumbara en la cama. Todo ello con el arma blanca en el cuello.

Una vez allí, ambas personas propinaron numerosos golpes y puñetazos a la víctima, quien denunció que llegó a temer por su vida. Una agresión que no solo se produjo encima del colchón sino que este trató de huir, siendo apaleado en el suelo, incluso en el baño. Muestra de ello es que rompieron la televisión que cayó al suelo y el pie del lavabo que, según pudo saber El Periódico de Aragón, fue empleado como objeto contundente para agredir al joven cuando este estaba en el suelo. Llegaron a romper, incluso, el marco de la puerta del baño en el que se encaramó.

Los gritos de auxilio y los ruidos propios la paliza alertaron al personal del hotel, motivo por el cual los agresores abandonaron apresuradamente el inmueble, dejando a la víctima tirado en el suelo.

Alertados por el personal fueron comisionadas varias patrullas de la Brigada de Seguridad Ciudadana de la Jefatura Superior de Policía de Aragón y una vez personados en el lugar socorrieron al agredido y solicitaron para este la presencia sanitaria, teniendo que ser evacuado en ambulancia hasta un centro hospitalario, donde permaneció dos días ingresado por los diferentes traumatismos que presentaba ante la brutal agresión que, por suerte, no acabó en tragedia. Con los datos aportados por la víctima y por los agentes intervinientes, el Grupo de Policía Judicial de la Comisaría Centro abrió una investigación, que dio como resultado la detención de los dos presuntos autores de la agresión, materializándose la primera de ellas el lunes 13 y la segunda el martes 14 de diciembre.

Ambos arrestados fueron puestos a disposición de la magistrada titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Zaragoza, que acordó la libertad provisional pese a la petición de prisión de la Fiscalía a la que se opuso la abogada Claudia Melguizo. Eso sí les impuso una orden de alejamiento y la prohibición de comunicarse con la víctima.