La autoridad judicial al frente del Juzgado de Instrucción número 1 de Santa Cruz de Tenerife ha practicado este viernes la toma de declaración presencial del ciudadano alemán investigado desde mediados del pasado agosto por el supuesto rapto de sus dos hijos menores, Kristian y Amantia Toska, de 11 y 10 años de edad, respectivamente. El investigado, que fue detenido en Portugal, se acogió a su derecho a no declarar.

El investigado se acogió a su derecho a no declarar

La magistrada que instruye las diligencias ha acordado su ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza como presunto autor de un delito de sustracción internacional de menores.

Posteriormente, el investigado pasó a disposición del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 2 de Santa Cruz de Tenerife para ser oído en declaración por la presunta comisión de otro delito, en esta ocasión por un supuesto delito de amenazas.

Se está a la espera de saber qué decisión ha adoptado este órgano judicial sobre la situación personal del acusado, que en cualquier caso ingresará este mismo viernes en prisión preventiva por orden del primer juzgado.

El pasado 15 de agosto, la Asociación SOSdesaparecidos publicó el anuncio sobre la desaparición de estos dos hermanos después de que la madre de los pequeños, Ana Enke, hubiera denunciado el 17 de enero de este año el presunto secuestro de ambos niños en Alemania a manos de su padre, quien también se encontraba desde entonces en paradero desconocido.

La Policía alemana, que se hizo cargo de la investigación tras recibir la denuncia de la madre, se puso en contacto con las autoridades españolas solicitando su colaboración ya que una de las líneas abiertas en las que venían trabajando apuntaba a que el padre de los dos pequeños podía haber viajado hasta Tenerife con sus hijos intentando ocultarse desde entonces en la Isla.

La familia, de origen albanés, residía en Alemania, y las pesquisas abiertas por la Policía alemana apuntaban a que el padre y sus dos hijos abandonaron el país germano sin ponerlo en conocimiento de la madre de los pequeños para que pudiera autorizar dicha salida del país germano. Tras meses de infructuosa búsqueda en Alemania, los indicios hicieron sospechar que los tres se encontraban en Tenerife.

El Juzgado de Instrucción número 1 de Santa Cruz de Tenerife -en funciones de guardia- dictó el 17 de agosto una orden busca y captura contra este hombre.

Búsqueda en el sur de Tenerife

Joaquín Amills, presidente de la Asociación SOS Desaparecidos, aseguró en los primeros días de la búsqueda de que estaba convencido de que el padre y sus hijos se encontraban en Tenerife, pues había "imágenes suyas” en la isla. Añadió que le constaba que este hombre "había cogido varios vuelos de ida y vuelta a Madrid" además de que le constaba la existencia de varios avisos de “posibles avistamientos”. Amills desveló que la niña había enviado un mensaje a una amiga suya diciendo que estaba en un sitio donde "todo el mundo habla español".

Por ello, las labores de rastreo se centraron en el sur de Tenerife a la par que se solicitó la colaboración ciudadana, publicándose detalles de la fisonomía de los dos menores para poder localizarlos.

La madre de los pequeños presuntamente recibió amenazas de muerte por parte de su exmarido si continuaba con la búsqueda de sus hijos

Amills también aseguró entonces que la madre había recibido "amenazas de muerte" por parte de su exmarido. Empujada por la necesidad de encontrar a sus hijos, Ana Enke viajó a Tenerife con la información que entonces disponía y empezó a pegar carteles por toda la isla con los rostros de sus hijos. "Tenerife es muy grande y la verdad es que me he sentido muy pequeña e impotente allí", señaló Enke. Fue a entonces cuando recibió amenazas de muerte por parte de su expareja. El investigado presuntamente llamó a la madre de los niños para avisarla de que, si acudía a la Policía, la mataría a ella, a los niños y a toda su familia”.

En la sentencia de divorcio de esta pareja alemana, separada en 2013, ya figuraba una denuncia por malos tratos. De hecho, Amills confirmó que, debido “a la actitud violenta del padre y la falta de comunicación y entendimiento con el hijo mayor, se le concede la custodia completa a la madre”.

Además, la madre interpuso otra denuncia porque el padre “falsificó la firma” para poder llevarse a los niños fuera del país.

Basándose en todos estos datos, SOS Desaparecidos consideró que el caso podía tratarse de un secuestro parental que, inevitablemente, recordó al reciente caso de las pequeñas, Anna y Olivia, raptadas y asesinadas por su padre en Santa Cruz de Tenerife. “Una macabra coincidencia, todavía permanente en toda la sociedad por los meses de angustia que vivimos. Que se repita otro nuevo caso con dos menores, con amenazas de muerte y violencia de género por parte del padre remueve todos los sentimientos”, lamentó Amills.

Captura en Portugal

Lorenc Toska fue detenido el pasado 24 de agosto en Portugal, en un hotel de la localidad de Peniche, a 85 kilómetros al norte de Lisboa, en compañía de los dos pequeños que se encontraban en perfecto estado de salud.

Fue al registrarse en el hotel cuando dio pistas sobre su paradero y así se delató el padre buscado en Tenerife por secuestro parental. Al estar en vigor una orden internacional de detención y presentación dictada por el Juzgado de Instrucción 1 de Santa Cruz de Tenerife saltaron las alarmas.

Todos los establecimientos, ya sean hoteles, apartamentos, hostales u otros de la UE están obligados a remitir a las autoridades policiales los partes de entrada y registros de viajeros.

La Policía Nacional contactó con las autoridades portuguesas y la Policía Judiciaria lusa procedió a la detención de Lorenc Toska.

Durante la actuación de las fuerzas policiales lusas también se cumplió con las tres órdenes de localización internacional de sus dos hijos, emitidas por las autoridades tanto de España como de Alemania. 

El detenido fue puesto a disposición de la autoridad judicial de la ciudad portuguesa de Coimbra.

Por otro lado, Kristian y Amantia Toska, fueron entregados para su custodia a la Comisión de Protección de Niños y Jóvenes (CPCJ), hasta que se produjera una decisión firme del Tribunal de Menores portugués.

Se confirmaron de esta forma las sospechas que barajaban los investigadores de la Policía Nacional, quienes ya habían advertido de que era muy posible que el padre y los dos niños no se encontrasen en Tenerife cuando se dictó la orden de busca y captura.

El padre fue citado para declarar en los juzgados de Santa Cruz de Tenerife el pasado 11 de junio, donde se personó acompañado por una traductora, comprometiéndose a entregarle los niños a su madre en el plazo de diez días. No fue arrestado entonces al no apreciarse riesgo de que pudiera hacerle daño a los menores. Lo cierto es que aprovechó esta circunstancia para huir de la Isla.

Fue a finales de julio cuando la madre se presentó en Tenerife, interponiendo ante la Justicia dos denuncias. Una civil, el 5 de agosto, y otra penal, dos días después. Fue a partir de entonces cuando se activó la orden de detención.

Una mujer, posible cómplice

Siempre existió la sospecha de que el Lorenc Toska contaba con algún cómplice en la Isla, un extremo que lo puede corroborar el hecho de que durante una de las videollamadas que mantuvo la madre con los niños, de fondo se escuchaba la voz de una mujer que en alemán les decía a los pequeños que sonrieran, mientras su expareja la presentaba como la nueva madre de sus hijos.