La Policía Nacional ha detenido en Toledo, tras una persecución de casi veinte kilómetros, a un miembro de la histórica banda de aluniceros de los hermanos Bote Vargas, una saga de cuatro hermanos especializada en el robo de coches para empotrarlos contra los establecimientos. La persecución se inició tras un fallido golpe de tres miembros de la banda en un bar del polígono industrial de Toledo, según han confirmado a Efe fuentes de la Delegación del Gobierno en Castilla-La Mancha.

Pasada la medianoche de este sábado un vigilante de seguridad del polígono industrial de Toledo avisó a la Policía de la llegada de estos individuos y él mismo impidió el robo en el bar, por lo que cuando los agentes llegaron al lugar los delincuentes ya habían iniciado la huida.

Comenzó entonces una persecución de casi veinte kilómetros, hasta que el vehículo en el que escapaban los aluniceros se salió de la vía en la intersección de la A-40 con la CM-40 y sus tres ocupantes salieron corriendo. Uno de ellos, el conductor, logró ser detenido por los agentes, que siguen trabajando en la detención de los otros dos, según las fuentes.

El vehículo en el que llegaron a Toledo y en el que huyeron había sido robado en Alcorcón (Madrid). Está previsto que el detenido pase a disposición judicial esta tarde. Los hermanos Bote Vargas se especializaron en el robo de coches para empotrarlos contra los escaparates de comercios de distinto tipo y entre los cuatro suman más de 200 detenciones. Según publica el diario ABC, uno de los dos integrantes de la banda que ha conseguido escapar es uno de los hermanos Bote Vargas, David, de 39 años.