El grupo de Homicidios de la Guardia Civil de Valencia acusa de un delito de asesinato y no de simple homicidio al empresario de Carcaixent detenido el miércoles por estrangular y arrojar a una acequia a Florina Gogos, la joven de 19 años prostituida en la Pista de Silla con la que había tenido varios encuentros sexuales previos.

Los investigadores, que han logrado resolver este caso en solo medio año, han reunido indicios suficientes contra el acusado, que hoy comparecerá ante el juez, como para concluir que no se trató de un crimen sobrevenido durante una pelea, sino que su presunto autor lo había planificado con antelación por razones que no han trascendido, ya que José V. R., de 60 años, se negó ayer a declarar ante la Guardia Civil durante la comparecencia en presencia de su abogado particular.

La planificación del asesinato explicaría la rapidez con que se produjo el crimen: solo 20 minutos. Florina, explotada sexualmente por distintas mafias desde la adolescencia, fue grabada por una cámara de seguridad de una empresa situada en la misma curva en la que se colocaba la joven, en el acceso de la Pista de Silla a la autovía de Albal, en el momento en que se subía a un BMW de características idénticas al del empresario de Carcaixent ahora detenido. Eran las 17.30 horas del 8 de enero pasado.

En la imagen se aprecia cómo el coche se interna por un camino que conduce hacia los campos de naranjos en cuyas orillas se materializan los encuentros sexuales con los prostituidores. Veinte minutos después, la cámara registró el mismo coche saliendo del camino e incorporándose a toda velocidad a la carretera en dirección a Albal, hacia el puente sobre la Pista de Silla que conecta con la CV-33, pero desde el que también se accede de nuevo a la V-31, pero en sentido sur, esto es, hacia su domicilio en Carcaixent.

Una reacción muy rápida

El cuerpo sin vida de la joven fue encontrado 22 días después, en la mañana del 30 de enero, flotando en una acequia a 850 metros de la curva. Conservaba su bolso y sus efectos personales, lo que causó extrañeza en los investigadores, tanto como la rápida reacción del criminal, que en un lapso de tiempo tan corto no solo la estranguló, sino que incluso se deshizo del cuerpo tirándolo a la acequia más próxima, pese al nerviosismo, incertidumbre y precipitación que debería apoderarse de quien comete un homicidio no planificado ni esperado.

Decenas de interrogatorios a otras mujeres prostituidas en el entorno de la Pista de Silla permitieron descartar a numerosos prostituidores y centrar la investigación en solo uno de ellos, José V. R., copropietario de una fábrica de lejías y detergentes de Carcaixent, quien, además, había tenido encuentros sexuales anteriores con la víctima y con otras chicas en las inmediaciones, según informó la Guardia Civil el miércoles. Ese vehículo ha sido una de las claves a partir de las cuales el grupo de Homicidios de la Guardia Civil de Valencia ha llegado hasta el presunto autor del asesinato, gracias, precisamente, a la grabación de esa cámara, tal como adelantó en exclusiva Levante-EMV días después de la desaparición de la joven, que tenía solo 19 años.

A esa prueba se le une otra fundamental que sustenta la acusación contra José V. R.: el análisis de posicionamientos de su teléfono móvil lo sitúa en el lugar de la recogida y asesinato de Florina el día y a la hora en que la cámara documentó que la joven se había subido al vehículo coincidente con el suyo.

Por otro lado, especialistas del laboratorio de Criminalística de la Guardia Civil de Valencia han encontrado posibles restos biológicos en el vehículo de José V. R. El hallazgo se produjo durante las más de tres horas de inspección a la que fue sometido ayer por la mañana en el cuartel de Almussafes el BMW 318 propiedad del acusado, que tardó en ser identificado como aquel coche blanco al que se subió Florina porque la lluvia que caía en aquel momento impidió que la cámara captase la matrícula. Las muestras tomadas en los puntos revelados por las luces forenses como susceptibles de contener restos biológicos de interés policial serán enviadas ahora al laboratorio central de la Guardia Civil en Madrid para cotejarlos con el ADN de Florina Gogos, con el fin de establecer si pertenecen o no a la víctima.