Le pasó el brazo por el cuello desde la espalda para inmovilizarlo y le asfixió, causándole la muerte. El policía local de Sant Esteve de Sesrovires, Antonio H. A. se sentó este jueves en el banquillo de los acusados de una sala la Audiencia de Barcelona por presunto homicidio imprudente de David, un camarero de 37 años y con trastorno bipolar, al que pretendía detener por merodear en actitud sospechosa por el polígono industrial de dicha localidad.

La fiscalía reclama dos años de prisión y cinco de inhabilitación para el agente, al considerar que este actuó “con desprecio a la más elementales normas técnicas en materia de reducción de personas en intervenciones policiales” y si “observar las prescripciones médicas adecuadas” en los que se refiere al tiempo de sujeción del cuello de David. Según la acusación pública, el policía “apretó fuertemente el cuello de la víctima durante varios minutos”, lo que provocó su fallecimiento por insuficiencia respiratoria. La acusación particular solicita cuatro años de cárcel- El acusado argumentó ante el tribunal que el detenido se resistió de una forma “muy activa” y que se revolvió dando golpes.

La policía municipal de Sant Esteve de Sesrovires fue alertada alrededor de las 4.30 de la madrugada del 16 de julio de 2014 de la presencia en el polígono de dos personas sospechosas , uno de ellos la víctima, merodeando por las inmediaciones de unas empresas e intentando entrar en ellas. Cuando la patrulla, los agentes intentaron identificar a David, que se fue distanciando de ellos y huyó. “Empezó a correr”, sostuvo el acusado. Y él salió en su persecución. 

"Resistencia activa"

“Salió disparado y al recorrer cinco o seis metros se cayó de bruces. Desde el suelo empezó a pegarme patadas. Se intentó incorporar y me abalancé hacia él. Su resistencia era muy activa. Puse la mano derecha alrededor del cuello, mientras mi compañero intentaba ponerle las esposas. Forcejeamos. Me daba pisotones en los pies y me arrastró hasta darme con la valla de una empresa. Seguimos peleando e intentó agarrarme los testículos. Me levantó y después de dar tres o cuatro pasos caí encima de él”, aseguró el imputado. El agente admitió que mantuvo su brazo alrededor del cuello de David, que en ningún momento articuló palabra.

 “Actué ante la resistencia y agresividad del detenido”, aseveró el acusado. David se quedó inconsciente y los intentos del mismo imputado y de los Mossos que acudieron al lugar para reanimarlo no tuvieron éxito. “Esa maniobra nos la enseña en la escuela como un método de control”, precisó el policía municipal. “La intención era de control, no de asfixia”, recalcó. Su compañero de patrulla insistió en que David “lo único que hacía era no colaborar y dar golpes”. La víctima sufrió lesiones, al igual que e agente encausado. La fiscalía solicita que el agente inculpado pague 120.000 euros de indemnización a la familia del fallecido