Un hombre fue condenado este jueves a un año de prisión y 720 euros de multa por espiar a una vecina descolgando una cámara desde su casa hasta la ventana del dormitorio de la mujer, dos pisos más abajo, en un edificio de Palma. La sentencia incluye una orden de alejamiento de la víctima, por lo que el acusado deberá cambiarse de casa para cumplirla. Ante la jueza, el procesado se declaró autor de un delito contra la intimidad con la atenuante de reparación del daño, pues había indemnizado ya a su vecina con 2.500 euros. La magistrada dictó sentencia y el fallo ya es firme.

Los hechos ocurrieron el pasado 3 de septiembre de 2020. Hacia las once de la noche, la mujer se encontraba en el dormitorio de su casa cuando vio una misteriosa luz roja junto a su ventana del patio interior. La víctima, extrañada, se asomó y descubrió que era una pequeña cámara conectada a un cable. Tras alertar a su pareja, consiguieron hacerse con el aparato dando un fuerte tirón.

Sus sospechas se centraron en el vecino del tercero, un colombiano de 47 años con algunos antecedentes penales. La perjudicada subió rápidamente a pedirle explicaciones. Se enzarzaron en una discusión que el hombre zanjó arrebatándole la cámara de las manos y cerrando la puerta de su casa.

La afectada llamó enseguida a la Policía Nacional, que envió a una patrulla al lugar. Los agentes se entrevistaron con el acusado, quien confesó que había descolgado la cámara para espiar a su vecina. Sin embargo, aseguró que solo captaba las imágenes en directo y negó haberlas grabado. Quedó detenido como presunto autor de un delito contra la intimidad. Tras pasar la noche en los calabozos, fue puesto a disposición judicial y quedó en libertad. Concluida la investigación, la fiscalía solicitó para él una condena de tres años de cárcel.

Cámara utilizada por el hombre. | CNP

El juicio se celebró ayer en un juzgado de lo penal de Palma tras el acuerdo de conformidad que alcanzaron el abogado defensor y el fiscal, que rebajó la condena. Antes de la vista había consignado ya 2.500 euros para indemnizar a la víctima.

El procesado reconoció los hechos ante la magistrada y aceptó finalmente una condena de un año de prisión, que queda suspendida a condición de que no cometa nuevos delitos en un plazo de dos años, por un delito de revelación de secretos con la atenuante de reparación del daño. También se comprometió a abonar una multa de 720 euros.

Alejamiento y mudanza

El acuerdo alcanzado entre las partes incluye dos medidas de protección para la víctima. El hombre tiene prohibido acercarse a menos de 500 metros y comunicarse con ella por cualquier medio durante seis meses.

En la práctica, para cumplir la orden de alejamiento el condenado debe marcharse del edificio donde siguen viviendo tanto él como la víctima. La jueza, al dictar sentencia en el mismo acto del juicio, le concedió un plazo de cinco días para que pueda recoger sus pertenencias y abandonar el inmueble.