Informe científico
El planeta vuelve a batir récord de concentración de CO₂ en la atmósfera mientras bosques y océanos pierden la capacidad de absorberlo
La Organización Meteorológica Mundial atribuye este fenómeno a la quema de combustibles fósiles y al aumento global de los incendios

El planeta vuelve a batir récord de concentración de dióxido de carbono en la atmósfera. / Agencias
Valentina Raffio
La planeta acaba de romper un nuevo y preocupante récord. La concentración media global de dióxido de carbono (CO₂) alcanzó las 423,9 partes por millón (ppm) en 2024, el nivel más alto desde que existen mediciones sistemáticas, según alerta el último Boletín de Gases de Efecto Invernadero de la Organización Meteorológica Mundial (OMM). El informe alerta de que la subida no solo responde a las emisiones derivadas de las actividades humanas sino que, tal y como venían advirtiendo los científicos, a esto se le suma la creciente incapacidad de los grandes sumideros naturales como los bosques y los océanos para seguir absorbiendo el exceso de dióxido carbono.
"El calor atrapado por el CO₂ y otros gases de efecto invernadero está sobrealimentando nuestro clima y desencadenando fenómenos meteorológicos cada vez más extremos", advierte Ko Barrett, secretaria general adjunta de la entidad meteorológica de referencia de Naciones Unidas, tras la publicación de estos datos, que salen a la luz a menos de un mes del inicio de la cumbre del clima de Brasil (COP30). "Reducir las emisiones es esencial no solo para proteger el clima, sino también para garantizar la seguridad económica y el bienestar de las comunidades", añade la especialista, lanzando así un mensaje a los líderes políticos que en noviembre se sentarán a debatir sobre cómo acelerar las políticas de recorte de emisiones.
"Reducir las emisiones es esencial no solo para proteger el clima, sino también para garantizar la seguridad económica y el bienestar de las comunidades"
Los datos son claros. Entre 2023 y 2024, la concentración de CO₂ aumentó en 3,5 ppm, el mayor incremento registrado desde que comenzaron las mediciones modernas en 1957. Para entender la magnitud de este salto, basta recordar que en la década de 1960 el ritmo medio de crecimiento era de apenas 0,8 ppm al año. En la última década, en cambio, los registros indican que ese ritmo se triplicó hasta las 2,4 ppm anuales. Según explican los científicos, este aumento es el principal motor detrás del aumento tan desbocado de extremos climáticos y desastres naturales que está viviendo el mundo en los últimos años.
La naturaleza se debilita
Los expertos atribuyen este repunte sin precedentes de la concentración de dióxido de carbono a una combinación de factores. Entre estos destaca, sobre todo, la persistencia de emisiones humanas. A esto se le suma el auge de los incendios forestales y una menor capacidad de absorción de CO₂ por parte de la tierra y el océano. Según indica el análisis, a lo largo del año pasado, la llegada de El Niño no solo contribuyó al aumento de la temperatura sino que también ayudó a secar la vegetación global y redujeron la capacidad de los océanos de disolver CO₂ por el aumento de la temperatura del agua, poniendo así en jaque a los dos grandes pulmones del planeta.
Ya son varios los análisis que apuntan a este fenómeno. Un estudio a escala europea, por ejemplo, ya indicó que en los últimos años la naturaleza ha absorbido casi un tercio menos de dióxido de carbono respecto a décadas anteriores y que, de seguir así, su capacidad de amortiguar el impacto de las emisiones podría reducirse aún más. "Nos preocupa que los sumideros terrestres y oceánicos estén perdiendo eficacia. Si esto continúa, una mayor proporción del CO₂ emitido permanecerá en la atmósfera, acelerando el calentamiento global", afirma Oksana Tarasova, coordinadora del boletín y científica sénior de la Organización Meteorológica Mundial.
"Nos preocupa que los sumideros terrestres y oceánicos estén perdiendo eficacia. Si esto continúa, una mayor proporción del CO₂ emitido permanecerá en la atmósfera, acelerando el calentamiento global"
El informe también señala el aumento de otros gases que están contribuyendo al aumento global de las temperaturas. Es el caso, por ejemplo, del metano (CH₄) y el óxido nitroso (N₂O), considerados el segundo y tercer gas de efecto invernadero más importantes y que, según recalca este análisis, también alcanzaron niveles récord en 2024. El metano, un gas derivado en gran parte de actividades humanas y responsable de aproximadamente el 16% del efecto de calentamiento global, llegó a 1.942 partes por mil millones (ppb), lo que representa un incremento del 166% respecto a los niveles preindustriales. En cuanto al óxido nitroso, producido principalmente por el uso de fertilizantes agrícolas y algunos procesos industriales, los registros indican que alcanzó 338 ppb, un 25% más que en la era preindustrial.
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