INVESTIGACIÓN

Las personas migrantes con VIH presentaron menor tasa de mortalidad que los españoles en las dos últimas décadas

Un estudio destaca que los extranjeros que viven en nuestro país mostraron una ventaja en la mortalidad sobre los nativos, en particular en el período 2018-2023

Un test de detección precoz del VIH/sida.

Un test de detección precoz del VIH/sida. / / Marc Martí

Un estudio multicéntrico realizado en España, con datos del periodo 2004-2023 y dirigido a evaluar las diferencias en la mortalidad general y por causas específicas entre las personas migrantes y nativas con VIH, ha constatado que las de origen extranjero presentaron una menor tasa de mortalidad que las nacidas en territorio español. Para realizar el trabajo se seleccionaron de la Cohorte de la Red de Investigación en Sida (CoRIS), en la que actualmente participan centros y hospitales de todo el país y se realiza seguimiento a más de 13.000 pacientes, a personas con VIH sin tratamiento antirretroviral, con una edad de 18 o más años en el momento de la inclusión, reclutadas entre el 01/01/2004 y el 30/11/2023.

En la realización de este estudio han participado expertos del Instituto de Salud Carlos III-(CIBERINFEC) de Madrid, de los hospitales Ramón y Cajal, Clínico San Carlos y Fundación Jiménez Díaz, también de Madrid; del Hospital Virgen de Valme de Sevilla; del Hospital Reina Sofía de Córdoba; del Hospital del Mar de Barcelona, del Hospital de Basurto-Osakidetza de Bilbao; del Hospital Clínico de Valencia; del Hospital San Pedro-CIBIR del Logroño y del Hospital Virgen de la Victoria de Málaga.

La evaluación las diferencias en mortalidad entre migrantes y españoles se hizo tanto de forma general como por intervalos de años, elegidos para reflejar cambios relevantes en la legislación migratoria española (2004-2011, 2012-2017 y 2018-2023). Se analizaron los datos de 20.333 individuos, explican los autores.

América Latina o Europa

El 46,2% (9.395) eran migrantes, de los cuales el 54,0% de América Latina; el 31,7% de Europa; el 12,0% de África y el 2,3%, de otras regiones. Los migrantes tenían más probabilidades que los españoles de ser mujeres (17,5 frente a 11,5%), más jóvenes (de media, 35 frente a 39,2 años) y haber adquirido el VIH a través de relaciones heterosexuales (30,1 frente a 23,4%).

Durante el seguimiento a los individuos, hubo 1.005 muertes, 714 en españoles y 291 en migrantes. En general, la tasa de mortalidad fue de 8,91 (por 1.000 días) en españoles y 4,86 en migrantes. Basándose en los intervalos de años dispuestos, Según el período calendario, las tasas de mortalidad (por 1.0000 año-persona) para españoles y migrantes, respectivamente, fueron: de 14,25 frente a 9,83 en 2004-2011; de 7,93 frente a 4,70 en 2012-2017; y de 7,44 frente a 3,08 en 2018-2023. Es decir, el dato de mortalidad de los migrantes siempre fue menor a los españoles.

Una sanitaria, con muestras para un programa de detección precoz del VIH en Urgencias /

Una sanitaria, con muestras para un programa de detección precoz del VIH en Urgencias / / EP

Las muertes relacionadas con el VIH/SIDA representaron el 26,6% de las muertes entre los españoles y el 30,6% entre los migrantes, seguidas de los cánceres no definitorios de SIDA, que representaron el 23,4% y el 17,5%, respectivamente. Entre sus conclusiones, el estudio destaca que los migrantes mostraron una ventaja en la mortalidad sobre los españoles, en particular en el período 2018-2023.

El 'sesgo del salmón'

Los autores de este trabajo de investigación apuntan a que este hecho posiblemente se daba al efecto del migrante sano (se considera que migran aquellas personas que están en un mejor estado de salud) y al llamado 'sesgo del salmón', lo que quiere decir que los migrantes regresan a sus países de origen para morir.

Con el tiempo, apuntan, se ha producido una disminución de las muertes relacionadas con el VIH/SIDA entre ambos grupos. Sin embargo, los migrantes experimentaron una reducción menor de las muertes relacionadas con el virus y otras infecciones que los nativos, ambas causas prevenibles y tratables, lo que refleja un menor acceso a la atención sanitaria o un mayor retraso en el diagnóstico.

Problema de salud pública

Los pormenores de la investigación se han presentado en el XV Congreso Nacional de GeSIDA, celebrado en Zaragoza, el principal encuentro científico sobre VIH de España y en lengua hispana de todo el mundo y que ha congregado a más de medio millar de expertos para abordar los principales avances, entre los que se encuentran cuestiones como estrategias de prevención más eficaces, tratamientos más tolerables, opciones de tratamiento de larga duración ('long-acting'), comorbilidades o el reto de tratar a personas con mayor esperanza de vida.

El 1 de diciembre es el Día Mundial contra el SIDA. Continúa siendo un problema de salud pública de primera magnitud en España. Pese a las significativas mejoras en el tratamiento del virus desde que, hace 40 años, se declararan los primeros casos, aún se siguen diagnosticando en el país una media de más de 3.000 nuevos pacientes al año de los cuales, el 48,7% se diagnostican de forma tardía, cuando la infección ya ha avanzado significativamente, especialmente entre personas mayores de 50 años (61,5 %) y en las transmisiones por vía heterosexual, donde afecta al 57,8 % de los hombres y al 53,5 % de las mujeres.

El hecho de alcanzar un diagnóstico tardío retrasa, por tanto, el inicio del tratamiento y la posibilidad de alcanzar lo que se denomina carga viral indetectable, situación en la que el virus no puede transmitirse. Con motivo del XV Congreso Nacional de GeSIDA, desde el Grupo de Estudio del SIDA de la SEIMC (Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica) se reclama a las administraciones sanitarias el establecimiento de medidas más ambiciosas para favorecer una mejor prevención y el diagnóstico precoz de los nuevos casos, evitando cualquier tipo de estigma o discriminación, lo que se traduce en un obstáculo para un mejor control del virus.

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