Afectado por la DANA en Valencia: "Hicimos una cadena humana para sacar a mi mujer del agua"

La ciudad de Valencia se ha librado de la devastadora DANA que arrasó los municipios del área metropolitana dejando decenas de fallecidos, pero durante unas horas fue el epicentro de la primera acogida para los atrapados en la V30 y la Pista de Silla. El ayuntamiento habilitó el polideportivo de la Petxina y l’Alquería del Basket para dar refugio a un total de 450 personas.

A las puertas de los albergues improvisados se agolpaban los testimonios de agotamiento y pavor. Javier circulaba por Xirivella cuando intentó salir por varios municipios con el acceso cortado, de forma que se vio empujado a la V30. “Estaba despejado, sin apenas tránsito, pero en cuestión de minutos se me llenó el coche de agua y llegó gente por los arcenes gritando que nos fuéramos de allí. La carretera era un río: con la corriente bajaban cajas, frutas, contenedores. Al final nos sacó de allí la UME”, rememora tras pasar la noche en el pabellón de la Petxina. 

La historia de Paco también da miedo. Estaba en la carretera de Paiporta a Torrent cuando vio a un motorista que gritaba “¡daos la vuelta!”. Fue tarde, al intentar subir su coche una ola repentina le empotró contra una valla. “El agua me presionaba y me arrastraba, al final un chico me ayudó para subirme al techo de un camión y ahí me derrumbé”, relata, y comparte el sentimiento con la mayoría de realojados: “Pensé que me moría. He llorado mucho”. 

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El pánico fue prendiendo como una mecha entre los centenares de coches atrapados en la V30. Basile estaba a la altura de la Torre cuando el torrente de agua tocó la ventana de su vehículo. De repente se vieron en medio de una piscina a oscuras. “No vino nadie, fuimos a un puente para que los bomberos nos tiraran una escalera desde otro puente superior, pero no pudieron. Fue horrible. Mi mujer se tropezó y la arrastró un poco la corriente, tuvimos que hacer una cadena humana para sacarla”, narra este rumano afincado en Castellar. 

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"Pasamos la noche en un tejado"

Isabel y Óscar fueron a parar al otro extremo de la ciudad, l’Alquería del Basket, después de lo que con toda seguridad fue la peor noche de sus vidas. “Eran las 19.45 cuando estábamos volviendo a Xátiva desde València. Circulábamos por la Pista de Silla y en el momento que empezó a entrar agua intentamos salirnos por Sedaví”, relata Isabel. 

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“El agua nos acorraló y nos subimos al capó de un coche. Ahí pasamos mucho miedo. Por suerte, tres trabajadores del servicio de Parques y Jardines en València hicieron un arnés y nos subieron a nosotros y a otras 15 personas al techo de una gasolinera. Ahí estuvimos más de 7 horas, hasta las 6 de la mañana. Luego nos sacó una lancha de la UME a través de una mediana reventada. Había ruedas, contenedores, nevedas; de todo”, relata la pareja de Xátiva. 

Gente atrapada en cocheras

En el mismo pabellón de Quatre Carreres seguían en shock dos vecinos de Paiporta, Valeria y Juan Miguel, quienes todavía se preguntaban qué había pasado. “En pocos minutos llegó un tsunami”, resumen estos vecinos de Paiporta. “Estábamos intentando entrar en nuestro pueblo pero la rotonda colapsó y nos pusimos muy nerviosos. Los coches ya no respondían, chocaban unos con otros. Eran como hojas de papel sobre el agua. Al final un chico militar se las ingenió para tirar una manguera y subirnos al tejado de una gasolinera. 

Estos vecinos de Paiporta denuncian la descoordinación de las autoridades –no había ni un solo agente controlando el tráfico– y lamentan que la alerta de Protección Civil llegara cuando ya estaban a salvo. “Finalmente nos llevaron a un cuartel de la Guardia Civil. Ahí escuchábamos cómo llegaban avisos por el walkie de muchos vecinos nuestros que se habían quedado atrapados en sus cocheras”.